Los alumnos de infantil y primaria de las escuelas pública han estrenado nuevo curso y nueva empresa en el servicio del comedor escolar. El 1 de septiembre hubo releva en la adjudicataria. Serhs ha tomado las riendas del servicio que prestó Serunion hasta finalizar el curso pasado.
Al igual que los docentes, la nueva operadora tuvo unos días para ultimar detalles para servir los 3.700 menús diarios contratados en 31 centros. El día 12 se estrenó y ayer viernes superó su primera semana. Han sido sólo cinco días por lo que es muy pronto para hacer un balance pero, de momento, el grado de satisfacción es bueno.
Al menos así lo han percibido en una de las escuelas. En el Roser Capdevila, donde estuvo este diario, se recogieron impresiones positivas. La directora, Paqui Galeote, explicó que "el comedor funciona bien aunque los primeros días siempre deben ajustarse cosas como, por ejemplo, la lista de usuarios y becados. Pero, a veces, el problema no es tanto de Serhs sino de que las familias no saben aún si utilizarán el comedor y si les han concedido la ayuda".
Facilidades
La directora da un voto de confianza a la nueva empresa. "Serhs ha mantenido el mismo equipo de veinte personas para la cocina y el monitoraje que el curso anterior. Y eso facilita mucho las cosas porque conocen a los alumnos que se quedan a comer (hay 250 y poco más de la mitad está becado) y las actividades socioeducativas propuestas". Galeote subraya que el servicio que se presta en esta franja horario, desde las 12.30 horas hasta las 15 horas, sigue la filosofía pedagógica del centro. "En el tiempo libre que tienen antes y después del almuerzo no solo hay patio. Los niños pueden recorrer espacios donde se puede leer, hacer manualidades, jugar, hacer deberes… Y todo ello claro está con el acompañamiento de la monitora del comedor". La directora enfatiza, al respecto, que además de la calidad en la comida hay que reclamar que los monitores que deben conducir las intervenciones pedagógicas sean profesionales".
Desde la empresa Serhs han explicado que "iniciar un nuevo servicio siempre reporta un poco más de trabajo pero estamos contentos porque ha sido un comienzo tranquilo aunque queden algunas cosas pequeñas por implementar". Desde la misma coinciden con la escuela en la importancia de dar estabilidad al equipo de empleados. "Es fundamental porque los niños se sienten mucho más seguros si tienen personas conocidas a su lado". Y añade que, al final, lo esencial es que haya comunicación y colaboración. "Hay que encajar la oferta y la demanda. Es vital porque cada colegio tiene su proyecto y en muchas de ellos el comedor se acopla complementado la línea pedagógica".