La Agència Tributària de Catalunya (ATC) abrirá quince delegaciones en Catalunya hasta 2017. Una de las oficinas recaudatorias que se implantará se ha asignado a Terrassa, aunque su ubicación exacta "está aún por determinar, como la mayoría de las nuevas delegaciones", afirmó ayer una fuente del departamento de Vicepresidència i Economia a Diari de Terrassa. Con esta ampliación, la ATC pasará de las cuatro sedes actuales a disponer de diecinueve en todo el territorio catalán. Este proyecto, que supondrá una inversión inicial de 6,3 millones, comportará que se aumente el tamaño de la red de Tributs de Catalunya, de la que forman parte Diputaciones, la propia ATC y el Ayuntamiento de Barcelona, que pasará de 142 a 157 oficinas
Las nuevas delegaciones, que supondrán la contratación de 5.600 metros cuadrados más en global, se ubicarán, además de en Terrassa, en Barcelona, Sabadell, Granollers, Sant Feliu de Llobregat, Vilafranca del Penedès, Mataró, Manresa, Vic, Santa Coloma de Farners, La Bisbal d’Empordà, Figueres, La Seu d’Urgell, Reus y Tarragona. En enero de 2017, la Generalitat ya quiere tener abierta la oficina de Barcelona, que se situará en el Barcelonès nord. Todas estas iniciativas requerirán de una partida económica que el Govern incluirá en el proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2017. El secretario de Hisenda de la Generalitat, Josep Lluís Salvadó, aseguró que en julio de 2017 la Agència Tributària de Catalunya estará en condiciones de recaudar 2.306 millones de euros frente a los 1.242 actuales y llegar a los 800 trabajadores debido a la aperturas de estas nuevas delegaciones. Estos son algunos de los hitos que se plantea la Agència Tributària de Catalunya (ATC), base de la futura hacienda catalana que aspira a crear la Generalitat, explicó Salvadó ante la Comisión de economía y hacienda del Parlament de Catalunya.
Ampliación de plantilla
Para llegar a conseguir la plantilla de unos 800 trabajadores, a partir de los 350 de finales de 2016, la Agencia quiere incorporar a unos 277 personas que trabajan para los Registradores de la Propiedad y que se encargan de liquidar impuestos propios del Govern como el de Transmisiones Patrimoniales o el de Sucesiones y Donaciones. Estos registradores de la propiedad que trabajan en las Oficinas Liquidadoras en régimen laboral se incorporarían al personal de la ATC en un proceso que se llevará a cabo "en el marco jurídico de la Función Pública", lo que no permite una integración directa sino que obliga a un concurso público. "La voluntad del Govern es asumir todas las funciones tributarias que el marco autonómico nos atribuye estatutariamente y preparar los cimientos de la futura hacienda catalana", dijo Salvado. El despliegue de las oficinas es "imprescindible" para que la ATC asuma las funciones de recaudación ejecutiva de los contribuyentes que tengan deudas pendientes con la administración, y la gestión directa completa de los impuestos cedidos, que actualmente comparten liquidación la ATC y los registradores de la propiedad.