Aún ando algo despistada. Hay tantas plantas, pasillos, aulas… Es un edificio tan grande…", contaba ayer Lucía, una de las nuevas alumnas de 1º de ESO del Institut (INS) Ègara de Can Parellada y procedente de la Escola Francesc Aldea de primaria. Junto a ella, Àlvaro y Lydia, del mismo centro de secundaria, asentían. "Yo todavía no me he aclimatado. Lo más duro es levantarme a las siete de la mañana porque las clases en la ESO empiezan a las ocho. Me han robado una hora de sueño", se lamentaba Álvaro, que finalizó su primaria en la Escola Pilarin Bayés .
Para los tres, el cambio de escuela a instituto es un aliciente a medias. "Yo siento añoranza de mi escuela, Josep Ventalló, porque han sido muchos años allí", expresó Lydia. La misma sensación dijo compartir Lucía pero no Álvaro para quien si le apetecía la mudanza. "Nuevos profesores, nuevos espacios, nuevos compañeros, amigos, el uso del ordenador portátil…Todo es muy diferente…" Lucía, y Álvaro, de 11 años, y Lydia, de 12 años, forman parte del grupo del colectivo de 1.244 alumnos que estudian el 1º de ESO en institutos y que en su gran mayoría se han trasladado de centro para seguir con la secundaria.
Los tres alumnos aseguran que se están adaptando bien al cambio. Explican que ha contribuido el hecho de tener hermanos mayores en el mismo instituto al que van y también el haber participado en las actividades que sus escuelas e instituto adscrito programan para facilitar este traspaso.
El INS Ègara, por ejemplo, hace tiempo que lleva a cabo una programación intercentros para niños de 6º de primaria. La oferta abarca desde una observación astronómica hasta conciertos de música coral y representaciones de teatro pasando por visitas guiadas a las instalaciones y concursos de fotografía y matemáticas. En todas ellas se procura que participen los alumnos de 1º de ESO del instituto para así darles más confianza. "El objetivo -dice el director Jaume Cabanes- es que se familiaricen con el nuevo espacio. El primer día hay nervios. Es normal. Todo está por descubrir y todo cambio te pone a prueba pero el aspecto positivo es que te ayuda a crecer". Cabanes subraya que en esta mudanza juega un papel decisivo el tutor. "Su trabajo es importantísimo para guiar, orientar y aconsejar al estudiante para que esté cómodo", dice.
Durante el curso, los equipos docentes de escuelas e institutos se reúnen también para preparar el "traspaso académico", el cual permite a los profesores tener información de primera mano de sus nuevos alumnos. Asimismo también se organizan actividades para las nuevas familias.
EL DATO
382. Es el total de alumnos del INS Ègara este curso. De este número hay 320 en la ESO y ochenta de ellos en estudian 1º curso de esta etapa
