La movilización independentista de la Diada ha reunido a miles de personas en cinco manifestaciones en Catalunya, marcadas por la presencia del presidente catalán, Carles Puigdemont; la alcaldesa barcelonesa, Ada Colau; y con todas las cifras de asistencia a la baja respecto a los últimos años.
Bajo el lema “A punto”, las manifestaciones celebradas en Barcelona, Tarragona, Lleida, Salt (Girona) y Berga (Barcelona) han sumado, según datos de las autoridades locales, unas 800.000 personas, mientras que en la movilización de 2015, celebrada de manera centralizada en Barcelona, la Guardia Urbana calculó en 1,4 millones el número de manifestantes.
Por su parte, la Delegación del Gobierno en Cataluña ha cifrado en 370.000 los manifestantes en las cinco concentraciones que se han celebrado hoy simultáneamente en cinco municipios de Cataluña.
Asimismo, Societat Civil Catalana (SCC) ha asegurado hoy, a partir de un trabajo de campo propio, que en las cinco manifestantes independentistas celebradas en Cataluña convocadas por la ANC y Òmnium han acudido un total de 292.000 personas.
Carles Puigdemont se ha convertido hoy en el primer president en acudir a una manifestación independentista en la Diada y ha avanzado que en la cuestión de confianza del 28 de septiembre lanzará una oferta al Estado de celebrar un referéndum soberanista, si bien ya prevé convocar en un año “elecciones constituyentes” en el marco de la hoja de ruta del Govern.
Al finalizar la movilización, Puigdemont ha advertido de que o desde las Cortes hay “capacidad de reconocimiento” de los “millones de personas” que reclaman un referéndum en Cataluña o “la política española tiene muchas posibilidades de seguir bloqueada” y con un Gobierno en funciones.
Las cinco manifestaciones, convocadas por la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, se han desarrollado en un ambiente festivo, con multitud de banderas independentistas y con predominio de las camisetas blancas de la organización entre los participantes.
A las 17:14 horas, con el repicar de las campanas de La Seu Vella de Lleida, han arrancado las manifestaciones de forma simultánea bajo el lema “A punt” (A punto).
Puigdemont ha decidido encabezar la manifestación de Salt -él fue alcalde de Girona-, convirtiéndose así en el primer presidente de la Generalitat que asiste a una protesta secesionista.
En la manifestación de Barcelona el protagonismo se lo ha llevado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Barcelona En Comú-Podemos), que ha seguido desde la zona de personalidades la manifestación junto al diputado Xavier Domènech, aunque ha evitado aparecer junto a los líderes independentistas en primera fila.
Colau, uno de los referentes de las confluencias de la izquierda alternativa, favorable al derecho a decidir de Cataluña, pero que no se define como independentista, se ha situado en la zona reservada para las autoridades institucionales, junto al escenario situado entre el Arco de Triunfo y el Parque de la Ciutadella.
La alcaldesa ha reclamado que “se desbloquee” la actual situación de Cataluña mediante la celebración de un referéndum soberanista que interpele a “todos”.
También se han concentrado en Barcelona algunos de los principales referentes del independentismo, como el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, y el vicepresidente del Govern y presidente de ERC, Oriol Junqueras.
Por su parte, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pendiente de si será inhabilitada por el Tribunal Constitucional, ha encabezado la manifestación de Tarragona, en donde ha afirmado que no contempla ni se plantea esta medida.
En Barcelona, una hora antes de arrancar la protesta, el Paseo de Sant Joan ya estaba abarrotado de ciudadanos hasta el Arco del Triunfo y, desde el escenario instalado en el Passeig de Lluís Companys, el cineasta Pere Portabella, que participó en la masiva movilización catalanista de 1976, ha pedido que “la impaciencia no haga tambalear la unidad” soberanista.
Este es el quinto año consecutivo que el sector soberanista catalán protagoniza una importante manifestación ciudadana a favor de la independencia.