El Ayuntamiento ha decidido prorrogar nuevamente la concesión del servicio de transporte urbano a la empresa Avanza. el contrato con la concesionaria acabó en el año 2009 con posibilidad de ampliación de diez año. El plazo acaba en 2019 y es precisamente hasta ese momento que el Ayuntamiento ha decidido alargar la relación. El único problema, en lineas generales que se ha producido en torno al servicio de autobuses ha sido el del estado de los vehículos. Es innegable que el deterioro que ha sufrido la flota en los últimos años ha sido importante, alcanzando un punto álgido durante el verano pasado en que las averías fueron innumerables y de todo tipo e incluso se llegaron a incendiar varios autobuses en un espacio corto de tiempo. Esa cuestión parece que está en vías de solución con la compra de diversas unidades de segunda mano y con la sustitución de buena parte de la flota por nuevos autobuses entre los que destacarán diversas unidades híbridas.
En cualquier caso, el servicio es bueno y la cuestión no está tanto en la mejora, a pesar de que está prevista una reestructuración, sino en el modelo. Al igual que en el suministro del agua existe diferencia de criterio entre los partidos políticos sobre la gestión del transporte público. Hay quien apuesta por la concesión a través de un concurso público y quienes prefieren la asunción directa de la gestión por parte del Ayuntamiento. En ese sentido, no parece mala idea dar tiempo al tiempo y tomar una decisión de forma meditada y no con la premura de que se debe convocar un concurso, cuando ni siquiera se tiene claro que realmente se deba convocar.
El último concurso fue lo suficientemente accidentado como para que sea bueno dejar reposar la cuestión y tomar decisiones meditadas y basadas en un estudio profundo sobre las diferentes alternativas. Eso no quiere decir que se deba patear el balón hacia adelante y luego ya veremos, sino que el tiempo debe servir realmente para fundamentar la decisión final. Si no se trabaja durante este tiempo, en 2019 volveremos a estar en la misma situación. Al margen de cuestiones de tipo normativo, que probablemente existan, la liquidación de la concesión del suministro de agua a Mina está siendo lo suficientemente polémica como para que se intente evitar hacer coincidir en el tiempo un concurso que también resultó complejo el año pasado, si es que en realidad se pretende la concesión. Sí, mejor darle tiempo al tiempo.