Protección Civil pide extremar las precauciones ante el elevado riesgo de incendio forestal que se registra estos días en 17 comarcas catalanas, entre ellas el Vallès Occidental. La Generalitat puso ayer en prealerta el plan Infocat ante el aumento de las temperaturas máximas, que hasta el domingo superarán de largo los 30 grados en las horas centrales del día, y los bajos niveles de humedad relativa, que ayer se situaron en torno al 25% en la ciudad de Terrassa.
La alerta coincide con la recta final del Pla d’Informació i Vigilancia contra incendios forestales que la Diputació de Barcelona ha llevado a cabo este verano en 285 municipios y que culmina el próximo jueves 1 de septiembre. Desde el pasado 17 de junio, los informadores han divulgado acciones preventivas entre casi 46 mil excursionistas y usuarios de las zonas forestales, han detectado 609 puntos de riesgo y disuadido 190 acciones susceptibles de infracción.
El Parc Natural de Sant Llorenç de Munt i Serra de l’Obac ha centrado buena parte de la tarea de los equipos, provistos de 91 vehículos 4×4. La flota recorre los diferentes itinerarios de especial vigilancia, especialmente en los lugares frecuentados por los excursionistas, las zonas de picnic y ocio, así como los puntos donde se desarrollan trabajos forestales o en entornos boscosos.
A pesar de que el nivel de concienciación ciudadana es alto, los informadores siguen detectando a pie de bosque comportamientos de riesgo que conviene atajar especialmente cuando las condiciones meteorológicas son extremas y los niveles de deshidratación altos.
“Nos aseguramos bien de que las personas y los grupos que acuden a zonas de picnic regresan a comer a casa o llevan comida fría”, explica Josep Canals, técnico de Us Públic y Educació Ambiental del Parc Natural de Sant Llorenç.
El equipo de informadores del parque ha trabajado de forma intensiva esta temporada. Las visitas al espacio natural no dejan de aumentar y los nuevos excursionistas no siempre conocen la normativa y las prohibiciones de la campaña de incendios.
Es el caso de determinados colectivos de origen extranjero, que durante la última década se han convertido de forma progresiva en usuarios habituales. Los informadores aseguran que asumen rápidamente los comportamientos responsables. Cosa distinta es el incivismo de algunos colectivos autóctonos que se resisten a cambiar determinados hábitos de riesgo e incluso se encaran a los equipos de prevención.
Pirotecnia, soldaduras
La agenda de los informadores y del dispositivo de prevención del parque natural incorpora un largo listado de actividades de especial vigilancia que arranca en junio con la verbena de Sant Joan y prosigue de forma ininterrumpida durante todo el verano. A la lista se suman conductores, fumadores, propietarios de explotaciones forestales, empresas de servicios y excursionistas.
Los primeros 15 días de la temporada de incendios, la quema no controlada de restos vegetales en parcelas y jardines se sigue produciendo pese a la prohibición, explica Josep Canal, cuyo equipo recorre palmo a palmo todas las fincas y permanece alerta a cualquier columna de humo.
Durante el verano, además, el riesgo se desplaza a los márgenes de las carreteras y los entornos del parque. El peligro se dispara durante los trabajos de las empresas de servicios en equipamientos e instalaciones próximas al bosque.
La utilización de soldaduras, por ejemplo, en la reparación de las vallas protectoras de la carretera sin la debida protección supone un factor de riesgo de primer nivel. “También los talleres mecánicos o del sector del metal situados en polígonos industriales de la periferia”, explica Canals.
La utilización de radiales en espacios abiertos al exterior dispara la posibilidad de que una chispa alcance una zona reseca provocando un conato de rápida propagación.
El excursionista, un aliado
La campaña 2016 del Pla d’Informació i Vigilancia contra incendios forestales de la Diputació de Barcelona arroja un balance de 190 acciones de riesgo e infracción detectadas en toda la provincia. En todos los casos se ha disuadido a la ciudadanía de infracciones a la reglamentación contra incendios como tirar colillas, quemar rastrojos, lanzar residuos al bosque o llevar a cabo actividades de riesgo.
El colectivo excursionista es el más numeroso entre los usuarios del Parc Natural de Sant Llorenç de Munt i Serra de l’Obac y también el más concienciado del riesgo que implica un uso intensivo del espacio natural. “Tenemos en él un aliado -explica Canals-. Alguien que interacciona, a quien normalmente no es necesario informar de los riesgos porque los conoce perfectamente”. También es muy exigente con los profesionales y con los usuarios del parque.
El próximo 1 de septiembre finaliza el Pla d’Informacio i Vigilancia contra incendios de la Diputación,que este año se ha quedado corto. El calendario de la campaña se fija con meses de antelación y la climatología se ha encargado este año de estirar el verano.
Las altas temperaturas se prolongarán hasta entrado el mes de septiembre y, si no llueve con copiosidad, la deshidratación del bosque mantendrá alto el riesgo de incendio. Conviene tener en cuenta, además, que con el final de las vacaciones y el regreso a casa las visitas al parque volverán a dispararse la próxima semana.
Conscientes de esa realidad, el equipo profesional del Parc Natural de Sant Llorenç mantendrá “las tareas de prevención activas mientras dure el calor y estaremos vigilantes ante cualquier comportamiento de riesgo”, comenta Josep Canals.