Miles de personas, principalmente peñistas, se lanzaron ayer once mil litros de vino de la Denominación de Origen Toro en la segunda edición de la Gran Batalla del Vino Toro en su tinta. La particular guerra con el producto autóctono cedido por las bodegas como munición es una de las actividades más multitudinarias de las ferias y fiestas de San Agustín, que celebra la localidad zamorana hasta el 28 de agosto.
La batalla tuvo lugar en la plaza Mayor, a la que los luchadores del vino asistieron cargados con cubos, botellas y pistolas de agua con los que se han arrojado unos 11.000 litros de vino diluidos en agua para disponer de más munición y evitar daños permanentes en el asfalto de la céntrica plaza del municipio vallisoletano.
las reglas
Así lo señalan las reglas de la batalla, organizada por el Ayuntamiento de Toro y la Asociación Cultural Cermeña.
Los participantes acudieron vestidos de blanco a la cita festiva, que pretende simular la popular Tomatina de Buñol (Valencia), pero con el producto estrella de Toro, según explicó el alcalde, Tomás del Bien.
El impoluto blanco de las vestimentas se vio pronto teñido del color de la tinta de Toro.
Ni siquiera había dado comienzo la batalla cuando los primeros disparos hacían acto de presencia en la calle y las camisetas empezaban a teñirse de morado. Fue un animador desde el escenario instalado junto al Ayuntamiento el que dio el pistoletazo de salida a la lucha de diversión .