a fábrica terrassense de General Electric Industrial Solutions, del grupo General Electric, se ha convertido en uno de los centros de producción más relevantes para la multinacional norteamericana en Europa. Esta factoría, situada en la calle del Miño, es la única división que surgió y sobrevivió al cierre de las instalaciones de GE Power Controls (antigua Agut) situadas en la avenida de Josep Tarradellas. Ello ocurrió a mediados de 2008 (ver recuadro adjunto). Casi una década después, y junto con la fábrica situada en Polonia, este centro de trabajo de General Electric (GE) resalta a nivel internacional, ya que es una de las pocas fábricas de la compañía donde se realizan proyectos integrales que van desde la ingeniería hasta el envío de material y el soporte a la instalación y puesta en marcha.
Esta fábrica de GE realiza múltiples funciones vitales para el desarrollo, gestión y puesta en marcha de proyectos de la división GE Industrial Solutions (GE IS). En ella hay tres funciones fundamentales, relacionadas con los equipos especiales como son los centros de control de motores: oficina técnica, logística y ensamblado de equipos especiales. El personal integrado en la oficina técnica se encarga de realizar la ingeniería de proyectos a medida repartidos por todo el mundo pero llevados a cabo por el equipo de ventas de GE IS España, mientras que la parte de logística gestiona el transporte y recepción de los proyectos. En el caso del equipo de ensamblado de esta fábrica de GE, el personal se encarga de montar y conectar parte de los equipos fabricados en Polonia.
Esta factoría es la responsable de liderar diversos proyectos de General Electric en distintos lugares, como los de la central de ciclo combinado en Djelfa, Argelia, de la mano de DF o la modernización de la refinería de Talará, en Perú, conjuntamente con Técnicas Reunidas. En el caso del proyecto desarrollado en Argelia, el objetivo es conseguir que dicha central genere una potencia que supere los 1.200 MW con una configuración de 2x, que supone cuatro turbinas de gas “dual fuel” y dos turbinas de vapor, todas con sus alternadores asociados. Además se instalarán cuatro calderas de recuperación de calor, todo ello con la tecnología de GE.
El caso relacionado con la modernización de la refinería de Talará, Perú, el proyecto de Técnicas Reunidas incluye el diseño y la ingeniería de detalle, el aprovisionamiento de todos los equipos y materiales, la construcción y asistencia a la puesta en marcha de todas las instalaciones.
impacto ambiental
El objetivo del proyecto de GE es producir combustibles, diesel y gasolina, de acuerdo a los nuevos requerimientos medioambientales establecidos en Perú (máximo contenido de azufre de 50 ppm), a precios competitivos. El proyecto contribuirá, además, a una reducción del impacto ambiental, una producción de combustibles de mejor calidad y por supuesto un aumento de la capacidad de procesar crudos pesados para incrementar su flexibilidad operativa.
La fabrica terrassense de GE, especializada en baja y media tensión, desarrolló 28 proyectos en todo el mundo, desde Irak a Venezuela, con las más modernas tecnologías y trabajando conjuntamente con sus colaboradores para conseguir la máxima eficiencia en cada una de las instalaciones.
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