La Polícia Municipal abrió ayer diligencias penales contra un taxista por un supuesto delito contra la seguridad vial al conducir bajo la influencia del alcohol. El conductor dio una tasa de 1,21 miligramos de alcohol por litro en aire espirado, lo que significa multiplicar por ocho el máximo permitido para los taxistas, que es de 0,15 mg/l.
Los hechos sucedieron poco después de la una del mediodía, cuando la comisaría recibió la llamada de un particular que había sido testigo de un accidente de tráfico. Al parecer había visto cómo volcaba un taxi en la carretera de Olesa, bajo el puente de la C-16 que hay a la altura del Roc Blanc, frente a una gasolinera. Cuando los agentes llegan al lugar del accidente, comprobaron que el coché seguía ahí, pero que no había nadie en su interior. Un testigo les indicó que algunas personas habían ayudado a colocar bien el vehíclo y que el conductor había huído del lugar llorando campo a través. Lo primero que hicieron los agentes fue avisar a la grúa municipal para que retirase el coche, aún con las llaves puestas, ya que estaba ocupando medio carril de circulación. A continuación se pusieron en contacto con el Institut Metropolità del Taxi de Barcelona para conocer los detalles de la licencia y tratar de hallar al conductor.
Finalmente localizaron al taxista en las piscinas de Viladecavalls, donde permanecía custodiado en estado de embriaguez por agentes de la policía local del municipio vecino. Cuando llegaron a las instalaciones deportivas, trasladaron al implicado a dependencias policiales para realizarle las pruebas de acoholemia. La primera vez dio un resultado de 1,25 miligramos de alcohol por litiro de aire espirado. La segunda prueba ratificó la elevada ingesta de alcohol del taxista, dando 1,21 miligramos por litro, ocho veces superior a la tasa máxima permitida a conductores profesionales.
Los agentes procedieron en seguida a abrir diligencias penales contra el taxista por un supuesto delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del acohol, un ilícito penal castigado con pena de prisión de tres a sei meses o con multa de seis a doce meses y, en cualquier caso, con la retirado del carnet de conducir por un periodo de uno a cuatro años.