Terrassa

Merlet publica un estudio sobre la “Maria Eva” de la Primavera Eròtica

Alguien recuerda la Primavera Eròtica de Terrassa? Fue una programación de actividades, impulsada por Cristóbal Castro, Mercè Corbera, Francisco Martín y Pere Soler, de la que se hicieron dos ediciones, en 1991 y 1994, años en que el tema aún generaba polémica y epataba a algunos sectores sociales. De aquellas dos primaveras eróticas han quedado pocos rastros: una tenue memoria ligada a los tiempos de bonanza económica que envolvieron los Juegos Olímpicos; la publicación en formato revista “Les danses d’Eros”, editada con motivo de la primera edición, y muy buscada en librerías de viejo e internet por incluir textos e ilustraciones eróticas de notables escritores y artistas terrassenses (y científicos: el botánico Àngel M. Hernández Cardona aportó su estudio “Com fan l’amor les plantes?”), y dos esculturas presentadas en la segunda edición.

Presidió la inauguración
Una de estas esculturas, “Pret-â-porter”, de Miquel Puente, fue inaugurada el 17 de mayo de 1994, como clausura de la programación, en la Rambla d’Ègara, donde quedó instalada permanentemente (y ahí sigue). La otra, “Maria Eva”, obra de Jesús Gómez Ortega “Acebuch” (Terrassa, 1958), que presidió la inauguración de los actos, forma parte de los fondos del Museu de Terrassa. Merlet, el boletín informativo del Museu de Terrassa, presenta, en su número 47, incluye un estudio de la obra realizado por la conservadora Gemma Ramos.

Realizada en poliester policromado, de 145 por 62 y por 80 centímetrosJ, “Maria Eva” fue pensada para ubicarse en una zona exterior, a la intemperie. “Originariamnte, se colocó en la plaza Didó, pero las diversas polémicas y atentados que sufrió obligaron a retirar la pieza de la vía pública para preservar su conservación”, recuerda Ramos.

La escultura representa una figura femenina desnuda pero nada idealizada, en un gesto tan cotidiano como extraerse un grano de la pierna. “Según el autor, el concepto estético de esta obra viene dado no por la belleza sublimada y perfecta sino más bien por una visión de la vida donde las depuraciones son procesos inseparables de los fenómenos generativos.”

Es una sensualidad de la cotidianeidad, de gestos habituales “que se realizan sin ningún tipo de pudor y que despiertan el deseo de aquel quién contempla, casi, sin ser visto”. Está simbolizada por una figura que “parece que quiera englobar al conjunto de todas las mujeres. No parece en vano la utilización de estos dos nombres tan significativos y antagónicos en la tradición cristiana”. Jesús Gómez se considera “un poeta plástico y entiende el arte como una acción consciente que lleva a definir la acció poética como necesariamente útil y intervencionista respecto a mostrar tanto estética como conceptualmente la realidad”.

Donaciones diversas
En Merlet, el Museu de Terrassa explica todo lo que ha realizado durante los últimos seis meses. Las exposiciones, el servicio educativo, las diversas actividades, ya se publicitan puntualmente, pero no sucede así con la mayoría de donaciones, por lo que el apartado dedicada a ellos presenta un gran interés. La donación de 341 objetos de Eduard Blanxart, realizada por su viuda, Teresa Granell i Carbonell, se hizo pública en su momento, pero en este período el Museu de Terrassa ha recibido otras de menor envergadura, que la lectura de esta entrega número 47 de su cvoletín permite conocer a fondo.

Rosa Maria Avellaneda donó cuatro ex libris, vinculados a personas o instituciones locales, realizados por su padre, el dibujante Mateu Avellaneda (Terrassa, 1902-1949, del cual el Museu de Terrassa posee unas 660 piezas. De Josep Maria Font recibió 32 dibujos de Anna Clariana, que sirvieron para ilustrar el álbum “Jocs d’ahir, d’avui ide sempre” (1977), de Vicenç Villatoro, publicado por Òmnium Cultural. Los hijos de Llorenç Muntada i Serra (Terrassa, 1922-1989) donaron dos obras artísticas de su propiedad (un grabado y una pintura).

El museo también recibió durante el segundo semestre del pasado año donaciones de artistas en activo: de Domènec Povill, un dibujo y una obra digital, y de Josep Juanico Bou, un dibujo de la Seu d’Ègara. Por contra, cedió en préstamo tres objetos (dos respiraderos del antiguo almacen Marcet y un conjunto de baldosas de pavimento hidráulico fabricado por Orsola ) a “Modernisme. Arts, tallers,indústries”, una exposición en La Pedrera de Barcelona, cuya comisaria fue la terrassense Mireia Freixa.

Esta entrega de Merlet se completa con las secciones habituales, y un artículo sobre la renovación de la página web Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya.

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