Los Mossos d’Esquadra han detenido a cuatro ladrones que iban en taxi a zonas adineradas de Barcelona o a poblaciones costeras con afluencia de turistas con poder adquisitivo para asaltar a peatones y arrancarles sus relojes de lujo, con lo que obtuvieron un botín de 11 relojes valorados en 130.000 euros.
Según ha informado hoy la policía catalana, los detenidos, que han quedado en libertad con cargos, aunque con la prohibición de salir de España, estaban liderados por el dueño de una empresa de taxis, que gestionaba el alojamiento a los ladrones y les prestaba su flota de taxis para trasladarles a las zonas donde cometían los asaltos.
Los detenidos, todos ellos de nacionalidad argentina, actuaban con una gran violencia cuando asaltaban a las víctimas, ya que se lanzaban encima suyo y les arrancaban el reloj.
Los atracadores seleccionaban previamente a sus víctimas y, tras cometer el asalto, huían del lugar en motocicleta.
Los detenidos, de entre 20 y 44 años, también están acusados de asaltar en agosto de 2015 una joyería en Barcelona, de donde se llevaron joyas por valor de 41.000 euros, así como, dos días después, una entidad bancaria de la capital catalana, donde huyeron con un botín de 2.000 euros en efectivo.
Tras estos dos asaltos de 2015, el grupo dejó de actuar y no ha reaparecido hasta que en junio y julio de este año ha cometido 11 robos con violencia e intimidación para hacerse con relojes de lujo.