El lavadero de un piso ardió ayer en Can Parellada y la inhalación del humo resultante intoxicó a doce personas, dos de ellas agentes de policía, según fuentes policiales. Seis de los vecinos afectados fueron atendidos en la zona, pero los sanitarios no los trasladaron a ningún hospital. Tampoco fue necesario llevar a los dos guardias a un centro clínico. Las otras cuatro personas damnificadas sí recibieron asistencia: en el hospital universitario Mútua Terrassa.
Ocurrió en un bloque de viviendas situado en la calle de Romania. El aviso de alerta llegó a Bombers de la Generalitat a las 4.57 de la madrugada: se había declarado un incendio en el lavadero de uno de los pisos. Tres dotaciones de bomberos acudieron al punto indicado por la llamada a emergencias.
Cuando llegaron los camiones de Bombers, ya estaban en el sector dotaciones de la Policía Municipal, cuerpo al que habían telefoneado varios testigos, además del 112, para advertir del fuego; en principio, parecía que el origen de todo estaba en una lavadora. Los agentes hicieron uso de cuatro extintores de los coches patrulla, y de cinco de la comunidad, para contener las llamas a la espera de los bomberos. Todo el vecindario salió a la calle, desalojando sus domicilios. Pudieron volver a sus hogares a las 5.50 de la mañana.
El fuego había prendido en unos electrodomésticos y se había extendido por la galería, generando una espesa humareda. El SEM desplazó a cuatro equipos en otras tantas ambulancias: dos básicas, una medicalizada y una avanzada.
Ya en la calle, el personal médico asistió a los damnificados: diez residentes en el bloque y dos agentes de la Policía Municipal que respiraron humo cuando socorrían a una mujer. La mayoría sólo requirió de esa primera asistencia y obtuvo el alta in situ. Cuatro víctimas sí fueron derivadas a un hospital, a Mútua Terrassa, aunque los síntomas de su intoxicación tampoco parecían graves.
Zona acordonada
Mientras la policía cortaba el tráfico y acordonaba los aledaños del bloque, los bomberos atacaban el incendio. Lo sofocaron del todo a las 5.23 de la mañana, unos veinticinco minutos después de recibida la comunicación de alerta.
Las llamas destruyeron una lavadora y una nevera y toda la galería. La cocina del domicilio quedó dañada, sobre todo por el humo, que se esparció por el rellano.