Terrassa

Magos contra gorilas

En “Ahora me ves 2”, de Jon M. Chu, es la entretenida secuela de “Ahora me ves” (2013), cuya acción transcurre un año después del “robo perfecto” que llevaban a cabo los protagonistas en el primer episodio. En esta ocasión, los personajes aparecen por arte de magia (y nunca mejor dicho) en Macao, donde un millonario les contrata para dar un golpe, aunque básicamente de lo que trata la película es de venganzas. Aquí todo el mundo quiere vengarse de todo el mundo pero, como son ilusionistas, lo hacen con espectaculares trucos de magia en lugar de liarse a tiros, lo que hace que la historia sea mucho más simpática y divertida. Esta segunda parte no es tan buena como la primera porque el efecto sorpresa ha desaparecido pero se mantienen el espíritu lúdico, los giros de guion y la espectacularidad. Además, se nota que los actores lo pasaron en grande durante el rodaje. Lo mejor del film es la increíble pero divertidísima y muy bien coreografiada secuencia del robo –sí, aquí también hay un robo, pero muy distinto al anterior– y la incorporación del arrollador personaje de Lula (Lizzy Caplan). Los otros personajes nuevos resultan menos interesantes. Lo peor son unos diálogos sobreexplicativos, como si los guionistas creyeran que el público es tonto. Lo que sorprende un poco es que, transcurriendo la acción en China –algo que se justifica por la necesidad de captar el enorme mercado asiático–, sólo haya dos personajes chinos con un mínimo de entidad. La anécdota es que Isla Fisher tuvo que renunciar a repetir su papel a causa de su embarazo aunque el personaje volverá en la tercera entrega, que ya está en preparación. La curiosidad es que, entre los productores de la película, figura el mago David Copperfield. Intérpretes: Jesse Eisenberg, Mark Ruffalo, Woody Harrelson, Lizzy Caplan, Dave Franco, Morgan Freeman, Daniel Radcliffe, Jay Chou, Sanaa Lathan, Michael Caine, Tsai Chin. (Cinesa).

“La leyenda de Tarzán”, de David Yates, es una nueva aventura del hombre mono, planteada más como una secuela que como un “remake”. Cuando arranca la acción, Tarzán se ha reintegrado a la civilización, se ha casado con Jane y vive como un lord sin, aparentemente, echar de menos la selva para nada. Hasta que aparece un antiesclavista americano que le convence para participar en una misión al Congo belga que tiene como objetivo detener los planes de Léon Rom, el racista villano de turno (inspirado en un personaje real). El film es espectacular, cuenta con una excelente fotografía y se ha rodado en unos parajes bellísimos de Gabón. Además, Alexander Skarsgärd es uno de los tarzanes más guapos que hemos visto (aunque su preparador de bodybuilding parece que no estaba nada contento con los musculitos del actor y le estuvo “martirizando” durante cuatro meses). Sin embargo, abusa de las peleas con gorilas –seguramente el programa de efectos especiales salió tan caro que deicidieron usarlo mucho para amortizarlo – y cae en la incoherencia de que quiere ser un film antirracista pero el personaje negro va siempre a remolque del blanco. Por otra parte, el episodio del secuestro de Jane se parece demasiado al de Marion de “En busca del arca perdida”. Lo más chocante de la película, no obstante, no se apreciará en Terrassa porque aquí la cinta sólo se exhibe doblada: en la versión original resulta que en el Congo belga todo el mundo habla un inglés impecable, sin acento ni nada (también los belgas). Por lo demás, se trata de la película póstuma del productor Jerry Weintraub, muerto hace un año. Aparte de estar dedicada a su memoria, el estreno en Estados Unidos se hizo coincidir deliberadamente con el aniversario de la creación de su empresa productora. La curiosidad del film es que su diseñador de producción, Stuart Craig, ya había trabajado en otra película de Tarzán, “Greystoke”, en 1984. La anécdota, que Alexander Skarsgärd aceptó el papel para impresionar a su padre, que es un “fan” declarado de Tarzán. Intérpretes: Alexander Skarsgärd, Samuel L. Jackson, Margot Robbie, Christoph Waltz, Djimon Hounsou, Jim Broadbent, Ben Chaplin, Hadley Fraser. (Cinesa, en 3D).

“La correspondencia”, de Giuseppe Tornatore, es una historia sobre el amor y la pérdida que sería perfecta para el ciclo “El Cinema i la Mort”. Tras la muerte de un científico, su amante continúa recibiendo periódicamente las cartas que él le escribió cuando supo que le quedaba poco tiempo de vida y la joven se siente como si estuviera viviendo una historia de fantasmas. No es la mejor película de Tornatore (aunque el siciliano nunca hace películas realmente malas) porque se alarga en demasía –tiene media docena de finales consecutivos– y porque, en su segunda mitad, sus denodados esfuerzos por resultar sobria y no caer en lo lacrimógeno acaban por convertirse, involuntariamente, en frialdad. De todos modos, la dirección es elegante, el guion cuenta con algunos giros más o menos inesperados y tanto la fotografía como la banda sonora de Ennio Morricone resultan atractivas. Además, Olga Kurylenko y Jeremy Irons realizan un estupendo trabajo. El film obtuvo cinco “nominaciones” a los premios David de Donatello (los equivalentes italianos a los Oscar). La anécdota es que Olga Kurylenko estaba embarazada cuando protagonizó la película (pero no se nota en ningún plano). Intérpretes: Olga Kurylenko, Jeremy Irons. (Cinesa).

“Lolo, el hijo de mi novia” es una comedia sobre el tema del complejo de Edipo dirigida, escrita y protagonizada por Julie Delpy. Cuenta la historia de una mujer que ha triunfado en los negocios pero no en su vida sentimental. Entre otras cosas, porque su hijo de 19 años está tan “enamorado” de ella que le espanta a todos los pretendientes. Durante unas vacaciones la protagonista conoce a un hombre de carácter totalmente opuesto al suyo con el que, sin embargo, conectará muy bien y, por supuesto, a su hijo la relación le sentará como un tiro. El humor de la película es deliberadamente caricaturesco y a ratos un poco sádico ya que los intentos de Lolo por deshacerse del nuevo novio de su madre consisten en hacerle toda clase de fechorías y marranadas. Vincent Lacoste –le hemos visto en “Hipócrates”– realiza un notable trabajo encarnando al susodicho Lolo mientras que Dany Boon, su víctima, hace de Dany Boon como siempre. En Francia ha recibido unas críticas de lo más dispares. Se le ha reprochado que sea superficial y vulgar y que el desenlace resulte demasiado precipitado pero también tiene defensores que se han divertido mucho con sus diálogos absurdos, sus situaciones ligeras y la química entre los actores. La anécdota es que Julie Delpy asegura que se inspiró en títulos como “El resplandor” de Kubrick para escribir el guion. Intérpretes: Julie Delpy, Dany Boon, Vincent Lacoste,. (Catalunya, VOSE y doblada). 

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