Ricard Alarcón ha visto como le cambiaba la vida en cuestión de escasos días. La semana pasada quedó fuera de la lista de la selección española para el torneo de Bor, última prueba preolímpica antes de que el seleccionador diese la lista para Río de Janeiro. Se entendió que era el primero de los dos descartes a realizar por Gabi Hernández para los Juegos Olímpicos pero el lunes, cuando ni él mismo lo esperaba tras lo hablado con el seleccionador, su nombre apareció entre los trece elegidos para Brasil.
Una historia un tanto peculiar ¿no cree?
La semana pasada estaba muy afectado cuando me dieron la noticia de que quedaba fuera del equipo. Era una gran oportunidad en mi vida como waterpolista y ser descartado a dos semanas de viajar supuso un palo muy duro. Pero cuando el lunes vi la lista olímpica me llevé una enorme sorpresa porque ya no me lo esperaba. Volvía a estar dentro y he recuperado toda la ilusión y las ganas de ir a unos Juegos Olímpicos.
¿Mentalmente ya estaba preparado para no ir?
Cuando quedas fuera siempre te dicen que sigas trabajando porque eres el primero en caso de que se produzca algún problema con alguno de los jugadores seleccionados. Pero, la verdad, ya no piensas en un posible regreso, lo ves perdido. Y ese era mi pensamiento, aunque aún no había planificado las vacaciones.
Su caso será una de las anécdotas de los Juegos.
Lo que está claro es que es algo que podré explicar toda la vida. Que te digan que vuelves a estar en el equipo cuando ya te veías fuera aumenta la motivación de cualquiera.
Los de Río de Janeiro serán sus primeros Juegos. ¿Cómo los afronta?
Es la competición a la que quiere ir cualquier deportista. Pensar en unos Juegos, en Río, con posibilidad de hacer medalla, porque entiendo que Serbia es la única selección que tiene un nivel muy superior al resto, es fantástico. Podemos competir seriamente por estar en el podio.
¿Qué significa para usted convertirse en deportistas olímpico?
Llegar al máximo escalón internacional. Poder representar a tu país en unos Juegos no está al alcance de todo el mundo. Supone una gran ilusión para mí.
¿La motivación previa es distinta a la de otra competición, por ejemplo un Mundial?
Es distinto. Un Mundial o un Europeo son competiciones muy importantes, pero unos Juegos sólo se producen cada cuatro años. Allí están los mejores, pero no sólo de waterpolo sino de todos los deportes.
El camino no ha sido sencillo, en algún momento parecía que España podía quedar fuera de la competición olímpica por primera vez en mucho tiempo.
A nivel colectivo ha sido difícil, porque hemos tenido que pasar por un Preolímpico donde nos jugamos la plaza a cara de perro. Nos jugamos la plaza contra Canadá con una gran presión sobre nosotros, sabiendo que en 32 minutos nos jugábamos entrar en los Juegos o quedar fuera.
¿El peso de la historia se nota en esos momentos?
Es cierto que España ha logrado muchos éxitos internacionales en los últimos años, pero la realidad ha cambiado a todos los niveles. Antes, por ejemplo, los jugadores de waterpolo eran profesionales. Y ahora mucha gente combina el deporte con el trabajo. Todo eso condiciona después en la piscina. En la Liga sólo hay un equipo que puede tener un equipo plenamente profesional.
Me ha dicho que ve a España luchando por el podio. ¿Es un pronóstico demasiado optimista?
Yo pienso que podemos estar en esa pelea. Competimos de igual a igual contra todos los equipos y al final te lo juegas casi todo a un partido, el de cuartos de final. Pienso que podemos ganar ese cruce y pelear por las medallas. Nosotros vamos con una enorme motivación y sabemos que podemos competir contra cualquiera.
¿Algo le hace especial ilusión de vivir en los Juegos?
Vi los Juegos Olímpicos de Londres desde la playa, en la televisión. Poder estar ahora allí en el estadio olímpico, en el desfile y después en la piscina olímpica es fantástico. Y pensar en una medalla, por qué no de oro, es lo máximo. Te queda para siempre en la vida. Lo que más ilusión me hace es eso, poder jugar un partido con una medalla en juego.
¿Su favorito?
Serbia es la selección que está un peldaño por encima de las demás y la más clara candidata a la medalla de oro. Pero las demás estamos a un nivel parejo y cualquier partido se puede decidir en pequeños detalles. Por eso digo que podemos competir contra cualquiera, tenemos nivel suficiente para estar en la lucha final por las medallas. Es nuestra ilusión.