Cayó al suelo por un empujón, se levantó, agarró una botella de cristal y con ella rajó la cara a su oponente. Eso afirma el fiscal, que acusa al agresor de un delito de lesiones con deformidad y reclama cuatro años de prisión; y que indemnice a la víctima con 7.835 euros. El herido sufre como secuela una parálisis facial y una cicatriz.
La reyerta tuvo lugar el 12 de enero del 2014 en un bar situado en la calle de Ramón y Cajal. Todo empezó con una discusión acalorada y degeneró en agresiones. Primero, los dos contendientes se golpearon y luego uno de los dos propinó un empujón al otro que le hizo caer al suelo.
El caído se incorporó y agarró una botella de vidrio y con esa arma atacó a su contrario. Le rajó una mejilla, dice el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación.
La víctima, un hombre de 55 años, sufrió una herida en el pómulo derecho que requirió un tratamiento quirúrgico. Padece secuelas: una parálisis de la rama bucal del nervio facial y una cicatriz de ocho centímetros, oblicua, lineal. El Ministerio Público pide para el atacante, de 39 años, un castigo de cuatro años de cárcel y que, durante tres años más a la pena de prisión, no se acerque a menos de quinientos metros de la víctima.
El agredido también fue agresor y la acusación lo considera autor de una falta de lesiones; solicita que pague una multa de 900 euros y que abone a la otra parte, al principal acusado, 210 euros por las contusiones que sufrió en la trifulca. La Audiencia Provincial prevé juzgar el caso el próximo martes.