Aunque la agenda de actividades era diversa, aquellas relacionadas con la cocina gozaron de una gran aceptación en las fiestas de La Cogullada. Entre la cena popular del viernes y la del sábado, por ejemplo, la A VV del barrio repartió unas 400 butifarras. El desayuno del sábado (un día que empezó, de buena mañana, con un ruidoso pasacalles) también resultó contundente, puesto que la entidad vecinal preparó hasta setenta kilos de sardinas. "Luego, por la tarde, muchos niños se divirtieron en unas atracciones hinchables. Una de ellas representaba el barco del Titanic", cuenta Gregorio Ramírez, presidente de la A VV de La Cogullada.
El domingo al mediodía volvió el buen comer al barrio con una fideuá cocinada para unas 220 personas.