Tiene el gol en su mente, como buen delantero y como gran lanzador del penalti-córner, su arma más poderosa. Pau Quemada, que cumplirá 33 años el próximo mes de septiembre, afronta sus segundos Juegos Olímpicos con la misma ilusión que encaró los primeros, en Londres 2012.
¿Estar en unos Juegos Olímpicos qué supone para usted?
Para un deporte amateur o semi amateur como es el hockey, acceder a unos Juegos es poner la guinda al pastel y es el único momento en que cualquier deportista, sea amateur, profesional o de la NBA, pasa a ser uno más, y esto es un hecho especial.
Usted ya estuvo en los de Londres 2012. ¿Espera que los de Río sean muy diferentes, en cuanto a ambiente?
Me imagino que será otro show, completamente diferente a lo de Londres, pero al final, la ilusión será la misma. Como deportista, creo que una vez llegas, ves todo el sarao montado, lo disfrutas pero no es un parque de atracciones. Al final, vas a competir, y está muy bien conocer cosas, pero sabes que vas a competir. Río tiene todo el exotismo de una ciudad especial pero, lo que prima es la ilusión y estar en unos Juegos Olímpicos.
¿Le preocupa lo extra deportivo, llámese zika, inseguridad, etc.?
He tenido la suerte de poder viajar por muchas partes del mundo y tendría la misma preocupación o no que si fuera de turista. Es cierto que un mosquito es algo que no puedes controlar y nosotros jugamos al aire libre. En cuanto a la seguridad, estaremos en un recinto blindado, alejado de todo y de una realidad como es Río de Janeiro. No hay porque preocuparse porque te pueden pasar cosas en cualquier sitio.
A Río viaja un grupo con mezcla de veteranos y jóvenes.
Es un grupo muy homogéneo, y se junta gente que disputará sus cuartos Juegos, como David Alegre, para otros serán los terceros, para otros los segundos y habrá gente para los que serán sus primeros. Como digo, es un grupo homogéneo, la gente es divertida y no hay ninguna barrera, ni lingüística ni nada. Con los de Madrid nos llevamos muy bien y hace tiempo que nos conocemos. Esto hace que sea un equipo como de un club.
La aparición de unos cuartos de final en la competición de hockey, ¿les favorece?
Bueno, España está en el ranking que está (undécimo del mundo) y no somos los que éramos antes pero este tipo de competición favorece a selecciones como nosotros, que a priori somos inferiores a otros como Australia, Holanda o Alemania.
¿El objetivo principal es clasificarse para la segunda fase?
Siempre digo que hay muchos objetivos, unos de grupo y otros a nivel personal, pero el primero es el partido contra Brasil. Somos de ranking superior y, supuestamente, hemos de ganar. Pero es el primer partido, contra el anfitrión, y puede haber nervios, lleves tres Juegos Olímpicos o ninguno. Podemos llegar a cuartos de final y tenemos un nivel que, a un partido, podemos ganar a cualquier selección. Pero hemos de ir partido a partido y sin pensar en los cuartos y empezar la casa por el tejado.
Tal vez hubiera preferido un rival más difícil para debutar la competición, por eso de comenzar con un grado más elevado de tensión y motivación.
No, porque tienes la motivación de llegar, y debutar con victoria. Si te toca el primer día Australia, sabes que la tensión será mayor y el desgaste puede ser más grande. Debutamos contra los organizadores. Creo que será un ambiente especial y hemos de disfrutarlo.
¿Qué selecciones augura que van a estar entre los mejores?
Australia, Alemania, Holanda, Gran Bretaña, tal vez Argentina, a los que veo un cambio más elevado. También están Bélgica y la India, que son selecciones que entrenan mucho. Tal vez para ellos sí que sería una decepción no estar en cuartos o en semifinales. Nosotros tenemos la calidad y la ilusión. No tenemos las horas de entrenamiento que tienen estas selecciones, pero vamos a competir y a darlo todo y llegaremos donde podamos.
Posiblemente, usted es el jugador nacional que más tiempo ha estado jugando en el extranjero. ¿Esta experiencia le ha servido después para su paso por la selección?
Irse al extranjero siempre te va bien en todos los ámbitos, deportivo, profesional y personal. Conoces otras culturas, otro tipo de Liga, otro estilo de juego. Te aporta cosas, por supuesto. En el Egara me educaron y es donde aprendí a jugar a hockey. Me fui al Leuven, donde volví a disfrutar del hockey y después estuve dos años en el Polo, en los que me reafirmé en la competición española. Y estos últimos cinco años he vuelto al Leuven donde he vivid o mis mejores años y en los que he explotado. Esto es lo que puedo aportar pero en la selección hay mucho nivel y se trata de que todos sumemos.
¿Qué sensaciones le transmite el seleccionador, Frédéric Soyez?
Viene de una época de seleccionador en Francia y fue finalista en un Mundial sub-21 y esto es mucho. Llegó aquí y la época había sido complicado y el ha cogido un staff de su confianza, con gente joven, y el contacto con los jugadores es correcto, motivador y todos vamos en la misma dirección y la misma dinámica, que al final es lo que cuenta.
Por su edad, ¿cree que estos pueden ser sus últimos Juegos Olímpicos?
Siempre hago una broma, que en los próximos seré el jefe de equipo. Hay que ser realistas y ojalá pudiera llegar a Tokio 2020, pero estos me los tomo como los últimos. Lo que pase después, ya se verá. Juego a hockey para disfrutar y el día que no lo haga, preferiré hacer cosas con los amigos y la familia.
Si lo deja, podrá seguir la competición de próximos Juegos Olímpicos por la televisión.
La verdad es que no soy muy de seguir los deportes por la tele. Si que acostumbro a seguir algo a través de las redes sociales.
