La pequeña y mediana empresa (pyme) de Catalunya redujo su período medio de cobro de deudas hasta los 79 días en 2014, el mejor dato de la última década, si bien se continuó incumpliendo el plazo máximo de sesenta días previsto en la ley de morosidad. Así lo revela el anuario de la pyme catalana elaborado por la patronal Pimec, que presentó ayer su decimotercera edición, que incluye datos correspondientes a 2014 (últimos disponibles). El informe constata la mejora económica, aunque todavía queda camino por recorrer.
El estudio centra este año su atención en los plazos de cobro de la pyme catalana y pone de manifiesto que, si bien se incrementaron paulatinamente desde los 88 días en 2004 hasta los 93 días en 2009, desde entonces se inició una senda de reducción de ese plazo que llevó a las pymes a lograr cobrar sus deudas en 79 días en 2014, frente a los 83 días de 2013.
Con todo, hay diferencias entre las propias pymes, ya que las microempresas lograron en 2014 cobrar sus deudas en 75 días, las pequeñas empresas saldaron deudas en 77 días de media y las medianas en 83 días. El presidente de Pimec, Josep González, aseguró ayer que la ley de morosidad, que entró en vigor en 2010, ha sido “clave” para reducir los plazos de cobro de las pymes, pero añadió que, pese a todo, las grandes corporaciones y empresas del Ibex siguen incumpliendo esa ley y pagando con más de sesenta días de margen, algunas empresas incluso pagan “a trescientos o quinientos días”.
Aumento de ventas
Por otra parte, el responsable del Observatorio de la pyme, Modest Guinjoan, aseguró que 2014 se empezó a mostrar la recuperación económica en las pymes, cuyas ventas aumentaron un 5,5%. Según los datos recabados por esta patronal, las pymes catalanas ese año dieron trabajo a 1,68 millones de personas, un 3% más.
Aunque la pyme redujo en 2014 su aportación al PIB catalán en cuatro décimas, Guinjoan quitó hierro al dato y remarcó que el 57,9% del PIB catalán lo aportan las pymes, frente 37,6% que supone la gran empresa y el 4,5% de la administración y el sector público. La exportación continúa siendo una asignatura pendiente de la pyme, dado que un 87% de las grandes empresas industriales exportan, por un 26,4% de las pymes industriales, siete décimas más que en el añño 2013.
El anuario también revela que 2014 fue un buen año para las pymes catalanas en cuanto a rentabilidad financiera y económica, ya que la primera fue del 4,1% y la segunda del 3,9%, por encima en ambos casos de 2013. Por su parte, el conseller de Empresa, Jordi Baiget, resaltó que las pymes “son el alma de la economía catalana”, dado que representan “casi todo el tejido productivo catalán”, están distribuidas por todo el territorio y “difícilmente se deslocalizarán”. Recordó que el 66% de las adjudicaciones de la Generalitat se concedieron a pymes, y que, en términos de volumen, también las pymes coparon más del 50%.