El centrocampista egarense del RC Polo David Alegre (31 años) es una de las piezas fundamentales del centro del campo de Fred Soyez en estos Juegos Olímpicos de Río. Para el pequeño de los hermanos Alegre, estos serán sus cuartos Juegos. Y los afronta con la misma ilusión que los primeros, los de Atenas 2004.
¿Qué significan para usted estos Juegos Olímpicos?
Aunque sean los cuartos los afronto como si fueran los primeros. Los Juegos son la máxima competición a la que puede aspirar un deportista. Tengo la misma sensación dentro del cuerpo que hace doce años. Tengo ganas de que lleguen para poder competir. Es algo muy diferente al hockey que estamos acostumbrados a jugar. Por desgracia sólo se viven cada cuatro años si tienes la suerte de ir y pienso vivirlos a tope.
¿Qué recuerdos tiene de sus tres citas anteriores?
Los recuerdos van siempre ligados a los resultados. Ir a unos Juegos supone una ilusión tremenda, la posibilidad de cumplir un sueño. Pero cuando empieza el torneo empieza otro sueño que es llegar lo más lejos posible. De Atenas tengo una espina clavada. Llegamos a semifinales y quedamos cuartos. En esos casos te das cuenta de lo complicado que es llegar a unas semifinales olímpicas. Pero, por suerte, el trabajo de los cuatro años siguientes nos permitió conseguir en Pekín la medalla de plata, que es el mejor recuerdo que tengo. Ganar a Australia en semifinales ya nos aseguraba una medalla. Y en Londres 2012 fue todo un poco irregular. Estuvimos muy cerca de las semifinales, pero nos quedamos a las puertas.
¿Con qué aspiraciones afronta estos Juegos de Río?
Los afrontamos con un equipo muy joven, pero con experiencia. Debemos ir partido a partido e intentar llegar lo más lejos posible.
¿Los que vivieron la plata de Pekín 2008 se quedaron con la sensación de que si Maurits Hendriks hubiera continuado, España seguiría entre los mejores?
No. No creo que tenga nada que ver. Al final, todo tiene fecha de caducidad. Si él creyó que era el momento de irse es algo totalmente respetable. Todo tiene su ciclo. Maurits sacó lo mejor de ese equipo. No se sabe qué hubiera pasado si hubiera continuado.
¿Cuando empezó se veía jugando unos Juegos y colgándose medallas?
En absoluto. Comencé a jugar por tradición familiar y por los amigos. Me sentía cómodo en ese ambiente, pero no imaginaba llegar arriba. Yo cuando llegué a División de Honor sólo me veía jugando unos años con el Egara.
¿Cuáles son sus selecciones favoritas en los Juegos?
Las de siempre. Por su talento y su trabajo, seguramente Alemania, Holanda y Australia estarán ahí arriba.
¿La selección española puede volver al nivel de Pekín?
Esa medalla de plata se quedó corta. España es un país con pocas licencias. Si no te salen jugadores con un talento innato te cuesta más que a otros países. En 2008 cogimos una generación espectacular, con los mejores jugadores en el mejor estado de forma. Claro que puede volver a pasar. Ya pasó en Atlanta 1996 y se repitió doce años después. Cuesta más encontrar talento con tan pocos practicantes.
¿Porqué la mitad de los olímpicos españoles son terrassenses?
Pienso que es por tradición familiar. En Terrassa todo pasa de aburlos a hijos y de hijos a nietos. Ese ciclo hace que el hockey se mantenga vivo. En otros sitios hay buenos jugadores, pero no existe esa tradición familiar y cuesta más. Tenemos la suerte de que Terrassa sea la cuna del hockey y eso se refleja en nuestra historia olímpica.
¿Qué tienen los Juegos que los convierte en tan especiales en relación a otras competiciones?
Te lo pueden contar mil veces, pero al final debes vivirlo en persona para entenderlo. Es el acontecimiento deportivo más importante, mediático y bestia del mundo. Hasta que no estás ahí no te das cuenta de la magnitud que tiene todo. Cualquier cosa tiene una repercusión mundial.
¿Les molesta que algunos medios sólo hablen de ustedes cada cuatro años?
Al final te lo tomas con normalidad, pero también molesta. Te exigen resultados, pero te abandonan durante cuatro años. Es una rueda. No hay recursos y los que hay los medios los destinan a deportes más mediáticos, que convierten en más visibles. Pero cuando llegan los Juegos, ahí todos somos visibles. El hockey necesita difusión y ayuda constante. No sólo cada cuatro años. Los Juegos ya venden por sí solos. El problema está en el día a día
¿El grupo que conforma la selección española masculina tiene la sensación de que va a Río en busca de una medalla?
Somos realistas. Queremos hacer algo grande, eso es evidente. Tenemos tiempo para pulir los detalles y pelear por todo.
¿Fred Soyez ha cambiado muchas cosas de esta selección?
Cada seleccionador tiene su propia filosofía y su método de trabajo. Esperemos que ese trabajo dé sus frutos en Río.
¿Qué les recomendaría a los jugadores que vivirán en Río sus primeros Juegos?
Unos Juegos son el fruto de toda una carrera. Lo primero es ir, pero después hay que competir. Es importante no dejarse distraer por el entorno que te encuentras allí. Al final, lo importante es competir. Y debes centrarte en eso. Como dijo Hendriks en su día, debes decidir si quieres un “book” de fotos o una medalla olímpica.
¿La crisis económica y los recortes han sido un hándicap?
Es innegable. Quien diga lo contrario se equivoca. No jugar partidos contra los mejores equipos del mundo y no viajar hace que tu nivel competitivo baje. Esperamos que en un futuro próximo se estabilice todo un poco, se apueste por el hockey y podamos ser más competitivos.