La CUP celebra que el obispo de Terrassa, Josep Ángel Saiz Meneses, no participase en la comitiva de autoridades una vez concluido el oficio religioso del domingo de Festa Major. Considera que Saiz Meneses "se ha visto forzado por la aún incipiente presión (aunque continuada y aumentada a lo largo de la legislatura) que reivindica separar los actos religiosos de los públicos".
El último de estos episodios se vivió apenas unas semanas antes del inicio de la fiesta. ERC-MES y TEC presentaron una propuesta de resolución para renovar la Festa Major, que contenía, entre otras muchas medidas, la de excluir a los representantes eclesiásticos de la comitiva de salida de oficio para preservar la laicidad de la fiesta. Aunque la moción fue retirada, en aras de redactar y debatir este mes una propuesta consensuada, parece que el obispo tomó nota y se abstuvo el domingo de acompañar a los concejales, a los grupos de cultura popular y a la entidad portadora del pendón de la ciudad de vuelta al Ayuntamiento.
La CUP recuerda que la concejal Maria Sirvent ya se negó a participar de esta comitiva el año pasado al entender que deben protagonizarla los representantes de la Administración Pública y no de la Iglesia Católica o cualquier otra confesión. La "aparentemente voluntaria decisión del obispo de no participar de la comitiva es una muestra de sentido común por su parte", señala la formación en un comunicado, a la par que remarca que "llega con décadas de retraso".".
La CUP lamenta que en España aún se celebren Funerales de Estado católicos, que la Iglesia disfrute de privilegios fiscales como no pagar el IBI o que reciba financiación pública.
