Pasadas las ocho y media de la mañana, decenas de musulmanes congregados en la pista de atletismo de la zona deportiva municipal de Can Jofresa han puesto el punto y final al mes del Ramadán. Lo han hecho con una oración multitudinaria que ha durado apenas quince minutos y un sermón posterior.
Llegados de distintos barrios de la ciudad, desde Sant Llorenç a Ca n’Anglada, y vestidos con la preceptiva chilaba, los musulmanes han rezado, orientados hacia La Meca, sobre la sajada, la pequeña alfombra destinada a la oración.
Familias enteras han podido verse en la pista de Can Jofresa. Los hombres y los niños ocupaban la parte central de las instalaciones durante la oración. Las mujeres tenían su espacio reservado.
La fiesta de romper el ayuno del Ramadán, también llamada del Idul Fitr, es junto a la fiesta del cordero, la más importante para la religión islámica. Durante el mes del Ramadán, los musulmanes no pueden comer ni beber desde el alba y hasta el anochecer.
Durante esta mañana, muchos musulmanes de Terrassa visitarán a sus familias y amigos para desearles una buena celebración del final del Ramadán. La mañana suele culminar con una comida especial.