Cuatro conductores, al menos, fueron imputados el domingo, el lunes y ayer por delitos contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol.
El domingo hubo dos denuncias penales. Una la cumplimentó la Policía Municipal a las 00.30 horas, poco después de una colisión entre vehículos que tuvo lugar en el cruce de la avenida de Jacquard con la calle de Prat de la Riba, en Vallparadís. El accidente concluyó sin heridos, pero uno de los conductores involucrados dio 0,89 y 0,85 miligramos en las pruebas de alcoholemia de precisión, por lo que la policía le abrió diligencias por un delito contra la seguridad del tráfico. Egarvia retiró su coche. La segunda imputación fue cursada a las tres de la madrugada. Los Mossos d’Esquadra tenían parado un ciclomotor en la calle de Joan Artigues, en el barrio de Sant Pere, y pidieron a la Policía Municipal un alcoholímetro para efectuar la prueba al conductor. Una unidad del cuerpo local acudió al lugar donde estaban los mossos y realizó al motorista el primer test, el de orientación por si era necesario incidir más y realizar las pruebas precisas; y sí, fue necesario: dio 0,91 en ese test, y algo más, 0,92 miligramos, en las pruebas subsiguientes, lo que le acarreó la apertura de diligencias penales.
La siguiente intervención la realizó la policía a las 7.15 de la mañana del lunes en la calle Ample, cuando unos agentes pararon un vehículo que circulaba de forma errática. El conductor negligente daba síntomas de ebriedad que el alcoholímetro confirmó: 1,10 miligramos en la primera prueba y 0,90 y 0,85, respectivamente, en las dos de precisión. Fue imputado, igual que la mujer a la que ayer, a las cinco de la madrugada, sorprendió la policía al volante de un coche minutos después de haberle advertido que lo dejase aparcado.
Advertencia previa
Los guardias fueron requeridos en la calle de la Autonomia (Sant Pere) porque varios vehículos tenían la música a un volumen elevado. Los agentes hablaron con una conductora y la conminaron a dejar estacionado el coche y a marcharse a casa, pues presentaba signos de embriaguez. Pero después la vieron con el vehículo en la calle de Emili Badiella.
Los guardias la hicieron soplar y los resultados respectivos de los tests fueron de 0,71 y 0,66 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, una alcoholemia penal. La mujer fue imputada.