Nunca como hasta ahora se ha dado esta interpretación torticera de que sea lícito hacerle la "guisa" o burlar con una descarada "peineta" a las mayorías; procurando a toda costa formar un gobierno de perdedores. No digo bien, ya hubo hace un par o tres de legislaturas un pentapartito en Baleares, a la vez, creo que gobernaba el tripartito en Catalunya. Tales experiencias nefastas no impiden que la tentativa de un gobierno frentepopulista como en 1936 vuelva una y otra vez desde hace medio año a tentar a la izquierda política española.
Y digo más, hace ya más de un año que PSOE-Podemos pusieron en marcha esta táctica en las municipales y autonómicas de mayo de 2015. Y, según dice el PSOE, a pesar de los escándalos y vendettas de los alcaldes Kichi, Carmena y Colau, por citar sólo unos ejemplos, y de su fracaso económico, sancionado en el 26-J con la pérdida de 200.000 votos, no ven señales para romper los acuerdos con Podemos, porque le dieron, a su vez, la presidencia de varias comunidades autónomas; bien al contrario, el PSOE ya ha entrado a gobernar Barcelona con Colau, y en pocos días van a entrar en el de Madrid, con Carmena… Por eso digo que la predisposición de Sánchez para cerrar un acuerdo con Podemos es total; después, la abstención de Ciudadanos estaría cantada, esa intencionalidad explicaría la obstinación rayana en la paranoia de Rivera por vetar a Rajoy. Si hemos ido a unas nuevas elecciones, y no triunfó la investidura de Pedro Sánchez, fue porque Pablo Iglesias, en su imparable soberbia, pensó que las encuestas le daban ganador y creyó que mejor sería ser presidente que no vicepresidente; con el PSOE y Sánchez ahora rendidos a sus pies.
Desde que el PP no quiso el estatuto rebelde, y en cuya redacción no participó, porque ponía al mismo nivel Catalunya y el Estado -esto ocurría después del 2000 en la segunda legislatura de Aznar, ya con mayoría absoluta-, el PP cayó en desgracia porque todas las demás fuerzas políticas en Catalunya hicieron el famoso pacto del Tinell por el que se discriminó al PP con un cordón sanitario, como si fuera un apestado. Ciudadanos, que en estas fechas no había nacido, se suma ahora a este cordón, con la peregrina excusa de una corrupción generalizada del Gobierno, cuando el 90% de la misma es producto de una campaña mediática de las TV, pero sin una sola condena judicial. En todo caso, pocas condenas oímos en la TV de otros partidos, que están todos, y digo todos, encausados en parecidos asuntos e irregularidades financieras.
Por cierto, cuando el escándalo bancario de las cajas, fue el PP quien aprobó un decreto por el que se establecía un tope máximo, para dirigentes de cajas y empresas públicas, de unos doscientos y pico mil euros anuales; mientras que, en los gobiernos alegres de ZP, directivos como por ejemplo Narcís Serra tenían sueldos cuatro o cinco veces superiores, pasando del millón de euros anuales. Éste es un ejemplo de anticorrupción y quisiera que cuando se acuse sea con pruebas. No sé lo que Rato o Bárcenas pagarán, pero el director socialista de la Caja de Castilla la Mancha, Hernández Moltó, que defraudó cerca de 10.000 millones de euros, ha sido juzgado hace poco y la sentencia lo ha despachado con sólo una multa de ¡30.000! euros. (Lo que vale un coche mediano.) Eso sí que es ser justicia generosa. Y no digamos del director del Banco de España, socialista con ZP y máximo responsable de la crisis financiera y de todas las trapisondas (las permanentes) y salida a bolsa de Bankia… Este Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha sido directamente exculpado, porque se ha sobreseído su imputación. En fin, ya sabemos los españoles que, visto lo visto, el PP sólo gobernará con mayoría absoluta (para ello harían falta unas terceras elecciones que no le dejarán hacer, por razones obvias) porque está maldito, "vayan a saber por qué".