Todavía sorprendida por haber sido la seleccionada, Mireia Gabaldà (Barcelona, 1982) dice que ha vivido muchas Festes Majors, pero que ésta es la suya. Tiene una inolvidable razón para asegurarlo, puesto que el viernes se desveló la incógnita, el lienzo negro cayó al suelo y Terrassa supo que el artista local Jordi Grau había tallado este año el Capgròs a imagen y semejanza de esta dinamizadora de la cultura popular egarense. La elegida lleva desde pequeña en el mundillo, donde ha pasado por Minyons y Diables de Terrassa. En la actualidad, preside La Mascarada, la entidad que tomó el relevo de la Sussietat de l’Embut y que ahora organiza cada año el Carnestoles de la ciudad.
¿Ha asumido ya que es el Capgròs de l’Any?
Ni mucho menos. Aún estoy alucinando, la verdad. Me pregunto por qué he sido yo la escogida. Soy una persona muy implicada en la cultura popular, de acuerdo, ¡pero había tantos otros Capdidats que se lo merecían igual o más que yo!
¿Qué significa para usted haber sido la seleccionada?
Es algo increíble. Yo siempre voy al Raval de Montserrat para ver quién es el Capgròs, porque es como el "summum" de la Festa Major. Y ahora pensar que el mío estará siempre allí, año tras año, aunque yo deje algún día de vivir en la ciudad, por ejemplo, resulta fantástico. Estoy que todavía no me lo puedo ni creer.
El viernes, en el Raval, cuando el enigma dejó de ser, ¿vio enseguida que el Capgròs era el suyo?
¡No! Yo de entrada vi que era el Capgròs de una mujer. Pero estaba tan convencida de que no iba a ser yo, que enseguida me giré y comencé a andar para irme al Espai Vapor, donde he trabajado durante estos días de Festa Major. Pero entonces amigos de Geganters empezaron a decirme, ¡si eres tú!
¿Quién era su favorito?
Pensaba que el Capgròs iba a ser Josep Vallhonrat, que ha formado parte de Minyons, de la Pájara, y ha hecho miles de cosas por la cultura popular. También pensé que podía ser Esther Gago, por lo que desgraciadamente le pasó.
Por cierto, ¿cuál ha sido su trayectoria en el mundillo de la cultura popular de Terrassa?
Entré en Minyons a los seis años porque un amigo de mi familia estaba en la "colla". Y allí se puede decir que me crié, que pasé toda mi infancia. Yo no era de las que hacía "castells", sino que me encargaba de estar con la "canalla". Luego ya con 15 años pasé a Diables de Terrassa, porque siempre me había gustado el fuego. Aunque, claro, hasta que fui mayor de edad no pude participar en los "correfocs". Hará unos trece años que dejé Diables y entré en la Sussietat de l’Embut. Y cuando la entidad llegó a su fin, un grupo de personas nos propusimos seguir organizando el Carnestoltes de la ciudad. Así nació La Mascarada.
¿Le lleva mucho tiempo estar tan implicada en la cultura popular?
Sí, representa mucha dedicación. Organizar el Carnestoltes conlleva un gran trabajo previo. El mes pasado, por ejemplo, ya empezamos a preparar el del próximo año.
¿Cuál es su profesión?
Soy cartera. De aquí, de Terrassa.
Y ahora que además es Capgròs, ¿se reconoce en su "alter ego"?
Hay quien dice que la figura no se acaba de parecer a mí. Pero mi madre, que me conoce bien, piensa que es igual que yo. Jordi Grau, el autor del Capgròs, ¡ha dibujado hasta una mínima cicatriz que tengo en la ceja! Opino que ha hecho un trabajo increíble. Él soñaba conmigo desde hacía semanas, ¡y yo sin saberlo! No me canso ni me cansaré de darle las gracias.
Hablaba ahora de su madre. Imagino que en casa estarán más que contentos…
¡Muchísimo! Aunque mi madre se entero de todo por teléfono. Ella quería estar en el Raval en el momento en que se supiera quién era el Capgròs. Pero estaba de viaje y se encontró con el problema que este fin de semana ha habido con Vueling en el aeropuerto de El Prat. De modo que no llegó a tiempo, y se lo tuve que explicar todo por el móvil. Pero está contentísima.
Dígame, ¿alguien la ha reconocido ya por la calle?
Me ha pasado, sí. Y el domingo, en el Ball de Plaça, el chico que llevaba mi Capgròs se me acercó y me dio un abrazo. Entonces una señora mayor vino y me dijo que quería hacerse una foto. Y, claro, yo pensaba que era con el Capgròs. Y resulta que la foto quería hacérsela conmigo. No estoy nada acostumbrada a estas cosas.
¿Ha vuelto a ver a su Capgròs desde el Ball de Plaça?
¿Que si lo he vuelto a ver? ¡Voy al Ayuntamiento a verlo unas tres veces al día! El guardia que está allí ya me conoce. Pero es que ser Capgròs de l’Any pasa una vez en la vida. Y ésta es mi Festa Major. Es así como la estoy viviendo.