Lo identificaron porque algunas de sus ropas coincidían con las de un atracador, pero no llevaba encima ni el arma usada en el robo ni el dinero sustraído, unos 250 euros. No obstante, aquel tipo terminó en los calabozos: tenía pendiente una orden de busca y captura. Lo arrestaron agentes de la Policía Municipal el domingo por la tarde.
La víctima de un atraco llamó a la policía a las 5.30 de la tarde. Contó que un delincuente le había robado dinero amenazándolo con una navaja en la calle de Colom; el ladrón había huido en dirección a la calle del Miño, pero se desconocía si luego se había montado en algún vehículo. Una dotación de la Policía Municipal se dirigió al lugar donde se encontraba la víctima. Otras unidades realizaron una batida y los Mossos d’Esquadra fueron informados del hecho y de la descripción del sospechoso.
El malhechor se había hecho con unos 250 euros. Uno de los agentes municipales que participaba en el operativo localizó a un individuo que le infundió sospechas. Algunas de las prendas que vestía coincidían con las del delincuente. El sujeto fue cacheado, mas no llevaba encima ni la navaja usada para el robo ni el dinero sustraído.
Sin embargo, fue detenido por otra razón, sin perjuicio de su posible implicación en el atraco: cuando los guardias filtraron sus datos en el sistema de información policial, supo que le constaba una orden de busca y captura.