El portavoz de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC, Miquel Sàmper, valoró ayer que “la pérdida de votos en Terrassa (un total de 1.828 con respecto a la primera vuelta de las generales del 20D de 2015 donde lograron 12.337 votos ) es proporcional a la que se ha dado en Catalunya” y subrayó que “lo importante es que hemos mantenido los ocho diputados al Congreso”.
Sàmper significó que CDC haya salvado los muebles en un momento en el que “estamos en plena refundación y a la espera del congreso del partido que se celebrará en julio”. El portavoz nacionalista añadió que “no me preocupa tanto nuestro resultado como el del PP. Es incomprensible, y especialmente después del escándalo de las grabaciones entre el ministro Jorge Fernández Díaz, y el director de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, que las urnas no hayan castigado al PP sino todo lo contrario, le han dado más diputados. Sólo hay una conclusión y es que gusta la España corrupta. El mundo gira al revés. Es una vergüenza política”. Sàmper añadió que “el PSOE es quién tiene la llave del futuro Gobierno y en esta ocasión no podrá realizar experimentos con Podemos debido al batacazo de Pablo Iglesias. Tampoco contará Ciutadans porque este partido también ha reducido su presencia”.