La operación salida del puente de Sant Joan, en la que está previsto que entre hoy y mañana se movilicen unos 525.000 vehículos, está colapsando las principales vías, como la AP-7 y las Rondas de Barcelona, con colas de hasta 17 kilómetros y tramos de lentitud y retenciones de hasta 30 kilómetros.
Según ha informado el Servicio Catalán de Tráfico, hasta las 18.00 horas de esta tarde ya han salido del área de Barcelona un total de 118.000 vehículos, lo que supone un 22,4% de los previstos.
Hasta el momento, los puntos más conflictivos son la ronda litoral de Barcelona, que está colapsada en la mayor parte de su recorrido en sentido Trinitat, ya que acumula 17 kilómetros de cola.
En la Ronda de Dalt también hay 10 kilómetros de cola en sentido Trinitat, entre Roquetes y la carretera de Esplugues.
Los conductores también se tienen que armar de paciencia en la AP-7, especialmente en el tramo norte en sentido Girona, entre El Papiol y La Roca del Vallès, en Barcelona, donde se acumulan 30 kilómetros de mucha lentitud con algunos tramos de retención.
En la AP-7, pero en este caso en dirección Tarragona, también hay 12 kilómetros de cola entre Cerdanyola y El Papiol, así como 15 kilómetros de intensidad entre Martorell y Sant Sadurní d’Anoia, en Barcelona.
Otras vías conflictivas son la C-58, en Badia del Vallès (Barcelona), con 6 kilómetros de cola en dirección a Barcelona, para enlazar con la AP-7.
En la A-2 hay 8 kilómetros de retenciones entre Sant Boi de Llobregat y Sant Feliu de Llobregat, en dirección a Lleida, mientras que en la C-32 se registran 6 kilómetros de cola en Mataró (Barcelona).
En la Costa Brava, las principales retenciones se concentran en Llagostera (Girona), con 4 kilómetros de cola tanto en la C-35 como en la C-65.
Por su parte, en El Vendrell también hay 3 kilómetros de cola en la N-340 y en la AP-7, en dirección Tarragona.
El conseller de Interior, Jordi Jané, recomendó ayer prudencia para poder disfrutar de una verbena de Sant Joan segura y pidió que, en la medida de lo posible, se avance la salida para evitar que se repita un colapso viario como el de 2011, el último año en el que esta celebración cayó en jueves.
Jané advirtió de que este año la verbena se afronta en una “situación excepcional”, ya que la última vez que cayó en jueves, dando paso a un largo puente, fue en 2011, y hubo importantes problemas de movilidad, ya que muchos conductores quedaron atrapados en las carreteras y pasaron la verbena en el coche.