Demoledor. Así fue el balance del PP sobe el primer año de sociovergencia en el Ayuntamiento de Terrassa. El equipo de gobierno, especialmente el grupo socialista, se ha dedicado al “postureo” y a gestionar con “ineficacia” en el primer año de mandato “más negativo” de los últimos 21 años, los que llevaba el popular Gabriel Turmo como concejal hasta que el pasado enero dejó la política institucional por motivos de salud.
Estos son algunos de los calificativos del propio Turmo, que el viernes compareció junto a Álex Rodríguez, que le sustituyó como concejal en febrero. Los populares consideran que estos doce meses se han caracterizado por la “sumisión” del PSC, especialmente de alcalde, Jordi Ballart, al “independentismo radical de CiU”, a la “extrema izquierda de Terrassa en Comú” y a “los antisistema de la CUP”. Ha sido un año en el que se ha puesto de manifiesto “el miedo del PSC a los extremistas” y la “traición” a su electorado, “materializado a través del pacto con CiU”. Un año, prosiguió Turmo, en el que ha habido “ineficacia” en la gestión, “indefinición”, “demagogia” e “incapacidad para resolver los problemas reales de la gente”. En definitiva, “un año perdido”, sostuvo el exconcejal y presidente local del PP.
Turmo detalló algunos de los “episodios lamentables” de estos últimos doce meses. Uno de ellos es la “vergonzosa actitud” del alcalde al no salir a defender a los agentes de la Policía Municipal “ultrajados por los antisistema de la CUP”. Otra de estas situaciones denunciada por el PP fue la adhesión a la Associació de Municipis per la Independència (AMI) y la última, la retirada del busto del rey. En todos estos casos, el PP ha sido “el único partido que ha defendido la legalidad en el pleno”. Turmo explicó que fue él quien pidió un informe jurídico sobre el posible incumplimiento de la ley de seguridad, que él mismo ha firmado el contencioso interpuesto por Sociedad Civil Catalana contra la adhesión de Terrassa a la AMI y que también él denunció ante la Subdelegación del Gobierno en Barcelona la retirada de la imagen del rey.
Álex Rodríguez no fue mucho más tibio en sus declaraciones. Aseguró que “el principal problema de la ciudad es que hace 37 años que nos gobiernan los mismos y han desconectado de la realidad”. Dibujó una Terrassa “sucia”, “incívica”, “atascada”, “empobrecida” y “sin proyecto de futuro” por culpa del “inmovilismo” del PSC.
CiU, el socio de gobierno minoritario, no se salvó de las críticas. Para el PP, los convergentes han buscado “el pacto de la comodidad”. Después de que el partido encabezado por Miquel Sàmper obtuviese “los peores resultados de su historia” y de las críticas “feroces” de CiU a los socialistas, los convergentes han “renunciado” a su ideología por estar en el gobierno en respuesta a “aspiraciones no políticas”, remarcaron los ediles del PP. Su aportación dentro del gobierno local es “absolutamente ninguna”. CiU, sostuvieron, “ha desaparecido del Ayuntamiento”.