Terrassa

Tres días de exámenes y nervios por la selectividad

Caras de sueño y algunos nervios se apreciaron ayer en el campus de la Universitat Autònoma de Barcelona, donde miles de alumnos y entre éstos los 669 de Terrassa iniciaron las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) que duran tres días y acabarán el jueves. La selectividad se abrió con las ya tradicional prueba de Lengua castellana y literatura, con textos de Gabriel García Márquez (extraído de la obra "Clave: diccionario de uso del español actual") y Soledad Puértolas ("El fin") , que a tenor de opiniones recogidas, no resultó difícil.

Las bachilleres Carla, Francisca, Queralt y Ester, de la Escola Pia, la calificaron de "asequible" y les pareció que "no había preguntas trampas". A nivel general, sin embargo, si hubo debate sobre una cuestión en la que se requería la diferencia entre "paronimia" y "homonimia", y automáticamente ya aparecieron comentarios en las redes. (ver despiece en este artículo). Las alumnas de la Escola Pia explicaron que se habían preparado a conciencia para las PAU y que acudían bastante relajadas. "En la escuela hemos repasado muchísimo los temarios y también hemos practicado con los exámenes de otras ediciones". Creen que podrán estudiar lo que desean porque además de la fase general de las PAU realizarán la específica para subir nota y porque tienen una buena nota de promedio en el bachillerato.

Han sacado notables y sobresalientes, calificaciones altas para las carreras en las que optan en primera opción. Carla quiere estudiar Diseño; Francisca Bellas, Artes; Queralt, Diseño también y Ester Educación Infantil. Esta última es la que se enfrenta a una nota de corte más alta. El año pasado superó el 10 en las universidades Autònoma y Barcelona.

El de catalán, complicado
Los exámenes de selectividad que empezaron ayer con la prueba de Lengua castellana y literatura siguieron con la de Lengua catalana y literatura , en la que se pudo escoger entre un fragmento de la obra "La pluja als vidres" de Maria Aurèlia Capmany y el texto del crítico literario Enric Bou "Temps i memòria": Camí de sirga y Les veus de Pànamo. Dos títulos, por otra parte, homónimos de las novelas de Jesús Montcada y del terrasense Jaume Cabré, repectivamente.

El examen de catalán resultó más complicado, especialmente en la parte de reflexión lingüística donde se pedía un análisis de los pronombres, las oraciones o los sintagmas y completar oraciones con la forma correcta de los verbos o adjetivos que se facilitaban.

Sobre ello algunos ejemplos de oraciones que había que completar con la forma adecuada entre paréntesis: "Com que plovia tant, es van… (recer) en una cova" o " El guisat és al foc, s’ està … (coure). También dio que pensar la búsqueda de sinónimos para "excel·lir", "clenxinat" o "resclosit", según recoge la agencia Efe.

Tras los exámenes de lenguas y literatura comunes llegaron los de modalidad como Análisis musical, Economía de la empresa y Química y por la tarde, Literatura castellana y Dibujo técnico. El primer día de las PAU se desarrolló con normalidad, explicaron desde la Secretaria d’Universitats i Recerca. En la convocatoria de las PAU de este junio se han matriculado 32.224 alumnos catalanes, los cuales realizan las pruebas en 18 poblaciones de Catalunya y en 152 tribunales. La selectividad se divide en dos fases. La primera es general, de carácter obligatorio, y consta de cinco exámenes (Lengua castellana y literatura, Lengua catalana y literatura, lengua extranjera, una materia de modalidad e historia o filosofía). Mientras que la segunda fase es más específica y voluntaria.

Última convocatoria

Estas pruebas, que cuentan con 41 años de historia, podrían ser las últimas si el próximo gobierno que resulte de las elecciones del 26-J decide mantener en vigor la Lomce del PP, que las elimina y las sustituye por una reválida al final del bachillerato.

El Govern de Catalunya ha reiterado que se opone a esta medida y ha anunciado que mantendrá las PAU con el mismo formato en 2017 pero que las renovará en 2018 sin determinar de qué modo. Carla, Francisca, Queralt y Ester, de la Escola Pia, consideraron que "estas pruebas deberían seguir porque garantizan la igualdad. Si se suprimen, cada universidad tendrá vía libre para regular el acceso y ahora está claro que va por nota", manifestaron. Sí cuestionaron el precio que han tenido que pagar para examinarse de selectividad, unos 101 euros, sin contar la fase específica donde cada prueba cuesta 11,50 euros por cada asignatura hasta un máximo de tres.

EL DATO
669. Es el número de alumnos de Terrassa matriculados a las PAU

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