En Grups de Gibraltar-Lluís Companys, las fiestas empezaron con una novedad. La actuación teatral que suele acoger el barrio en estos días se pasó al viernes y cambió de escenario para situarse en el Casal Cívic de Can Boada.
A tenor de la respuesta del público, el paso resultó positivo. Aunque si durante el fin de semana hubo una actividad que destacó por encima de las otras, ésta fue la clase magistral de salsa que impartieron los monitores de la escuela Mojito Bar Terrassa. Ocurrió en la plaza de Agustí Bartra y logró una gran participación vecinal.
Pasacalles
Otra de las citas habituales que cambió de formato este año fue la “cercavila”. “Normalmente la habíamos organizado sin que el espectáculo saliera de la plaza de Agustí Bartra, pero en esta edición decidimos que recorriera varias calles del barrio. La asistencia de público acabó siendo muy buena”, comenta David Córdoba, que es el presidente de la asociación de vecinos de Grups de Gibraltar-Lluís Companys. Los miembros de la Colla de diables Can Boada fueron los encargados de hacer saltar las chispas y el sonido de los petardos por muchos de los rincones del barrio.
Los organizadores tampoco se olvidaron de los más pequeños, dado que el público infantil resulta indispensable en cualquier fiesta mayor, ya sea de barrio o más extensa. Entre las apuestas que los niños más disfrutaron hubo la fiesta de la espuma y el agua, en la que participaron unas 30 personas. Era domingo por la mañana y la plaza de Lluís Companys se convirtió en una suerte de gran bañera al aire libre. Las fiestas durarían aún hasta la noche.