Ayer se cumplieron dos años desde el debut de El Faro de Alquimia, formación egarense que se estrenó en el marco de un concierto organizado en Can Palet por el Taller de Somnis y que en todo este tiempo ha contado con el apoyo incondicional del cineasta egarense Antonio Verdaguer.
Precisamente bajo el auspicio de la asociación bajo cuyo paraguas trabaja ahora este director de cine, la Associació 21 de Novembre, se ha organizado el concierto que el grupo protagonizó, el pasado viernes, en la sala Faktoria d’Arts. Pese a las acciones promocionales que se llevaron a cabo desde ésta y desde la otra entidad colaboradora del concierto, Òmnium Cultural, el público no fue muy numeroso, pero sí suficiente como para ratificar que el rock progresivo de carácter instrumental tiene su propio espacio en nuestra ciudad.
La banda preparó a conciencia su propuesta, poniendo el acento en el trabajo audiovisual y también ofreciendo una buena muestra del repertorio que han ido confeccionando a lo largo de los últimos años, algo más de una decena de piezas que, en Faktoria, pudieron sonar en todo su esplendor.
Presentador
El making off de la grabación de su último trabajo en el estudio de Pep Sala y el estreno del videoclip "Inquietude", grabado por el padrino de la banda Toni Verdaguer, dio paso a la presentación del concierto, a cargo de este último. El cineasta no se limitó a este papel ni a ejercer como mero espectador, ya que además supervisó la grabación de un vídeo del concierto que, tras su edición, se dará a conocer a través de las redes sociales.
A continuación, los cuatro miembros de El Faro de Alquimia demostraron que el rock progresivo, un estilo que muchos ven como muy circunscrito a los años 70, puede tener vida más allá del siglo XX, renovado y enriquecido por las ideas de músicos que compaginan un proyecto muy propio, trabajado en base a la compenetración y a la sintonía de músicos con sobrada experiencia en el seno de otros proyectos locales, con su trabajo junto a formaciones o grupos también locales como The Harlock, Gipsy Nur Project, Cuero Viejo, Jan Diaz o Trayax.
Los ritmos más mediterráneos, con un cierto deje flamenco, son por ejemplo una de las aportaciones de un grupo que dividió su actuación en dos partes, la primera integrada por sus temas más antiguos, y la segunda por los más nuevos. La pieza "Inside Our Madness", con la melodía de la serie "Inspector Gadget" mezclada entre medio de una partitura, marcó el inicio de la recta final del concierto.
La parte central de la actuación estuvo marcada por la interpretación, de forma consecutiva, de tres piezas especialmente emblemáticas del grupo: la ya citada "Inquietude", "Marcus" (dedicada por el bajista de la formación a Marcus Miller) y "El faro de Alquimia" (explicaron que uno de sus fans lloraba cada vez que escuchaba este tema.)
Lo cierto es que la formación es una rara avis en la escena terrassense: por su condición de banda instrumental, por aglutinar a músicos de orígenes variados y generaciones distintas y por cómo han conseguido compartir a partes iguales su creatividad, en una formación, aparentemente, sin líderes y con cuatro personalidades bien definidas. Cabe esperar que no caigan en la rutina y mantengan intacta su valiosa creatividad.
El Faro de alquimia
Rubén Castro (guitarra eléctrica), Juan Carlos Arévalo (batería y percusión), Juanki Herraiz (bajo eléctrico y bajo fretless) y Núria Jaouen (teclados.) Viernes, 10 de junio. Faktoria d’Arts.