Un terrassense ha sido acusado de abusar repetidas veces de, al menos, cuatro niños, y de grabarlos desnudos, a ellos y a otros muchos. En un club deportivo del que era socio, también en su casa. En sus conclusiones provisionales, el fiscal reclamaba un total de 33 años de prisión: veinte por cuatro delitos continuados de abusos sexuales a menores, doce por tres delitos continuados de revelación y descubrimiento de secretos, con vulneración de la intimidad, y un año por posesión de pornografía infantil.
El juzgado de instrucción 4 de Terrassa resolvió que el procesado entrase en la cárcel hace un año, en junio del 2015, y otro juzgado, el 3, ratificó la situación de prisión, comunicada y sin fianza. Las diligencias de los Mossos d’Esquadra habían sido rápidas, pues mediaron pocos días entre las denuncias y la detención del implicado, un vecino de Ca n’Aurell con dos hijos.
El sujeto era socio del club de hockey donde presuntamente cometió parte de los abusos sexuales a niños, algunos de 9 años, otros de 10, de 11, pero la directiva de la entidad tardó nada y menos en expulsarlo cuando saltó el escándalo y las primeras diligencias empezaron a acumular pruebas contra él.
Los hechos fueron cometidos entre el 2008 y el 2014, según el fiscal, que principió su relato con los abusos perpetrados sobre una menor cuando la niña contaba “9 ó 10 años de edad”. Fue en una piscina y, según determina la acusación pública, el procesado hizo tocamientos a la menor “metiendo su mano por dentro del bañador”. Perpetró hechos similares “de forma continua y sucesiva”, cuando se le presentaba la ocasión.
El teléfono móvil
Algo semejante ocurrió con un niño de “10 u 11 años” al que metió “la mano por dentro del pantalón y de la ropa interior tocando tanto sus genitales como las nalgas” varias veces; en una de ellas le frotó los genitales “mientras se encontraba en la ducha” y lo grabó desnudo con su teléfono, utilizando un “programa espía”. El Ministerio Fiscal refirió lo sufrido por otra víctima que tenía 8 años, un menor al que acarició sus partes “de manera continuada y en diversas ocasiones” mientras estaba en cueros en los vestuarios del club, “grabándolo en su dispositivo móvil sin que el menor tuviera conocimiento de ello”. También tocó y filmó a un niño de 9 años que acudía a casa del acusado para jugar con sus hijos.
En la causa se habla de grabaciones a los niños referidos, pero también a otros muchos que no han sido identificados; a menores que estaban desnudos “mientras se encontraban cambiándose en el vestuario del club o duchándose, en el domicilio del acusado o en la piscina”. El presunto pederasta llegó a recopilar “más de cinco mil fotografías y 66 vídeos”, según el fiscal.
La calificación formulada por el Ministerio Público indicaba la perpetración de ocho delitos: cuatro de abusos sexuales a menores, tres de revelación y descubrimiento de secretos con vulneración de la intimidad y uno de posesión de material pornográfico con menores. La traducción en la imposición de penas propuesta: seis años de cárcel por cada delito de abusos (más nueve años de libertad vigilada y una orden de alejamiento de nueve años también respecto de todas las víctimas), cuatro años y una multa de 8.640 euros por cada delito de revelación y descubrimiento de secretos y un año de prisión por la tenencia de pornografía infantil.
La Audiencia Provincial señaló dos sesiones de juicio, los próximos jueves y viernes. La acusación pidió al tribunal, de la sección novena, que las víctimas declarasen en una sala distinta a la del plenario, con el fin de evitar que los menores y el procesado se viesen. Es posible que los niños no lleguen a declarar porque el procesado se avenga a un acuerdo antes del juicio.