El conseller de Empresa i Coneixement, Jordi Baiget, sostiene que la recuperación sigue su curso, a pesar de que las incertidumbres económicas mundiales y políticas a nivel español, están restando algunas décimas al crecimiento. En cualquier caso, confía en que la mejora, que no llega a todas las empresas y sectores por igual, seguirá en los próximos años. Una de las asignaturas pendientes es el paro. Para combatirlo, asegura, debe crecer aún más la confianza en la economía. A nivel comarcal, valora el pacto por la reindustrialización que firmaron los agentes sociales.
Los sindicatos han impulsado, en el Vallès Occidental, un pacto para la segunda industrialización, en el que participan casi todos los agentes sociales comarcales. ¿El Govern está por la labor?
Es bueno que los sindicatos pidan políticas industriales. Y es bueno que las reclame, además, toda la sociedad porque esto no siempre ha sido visto así.
¿Cómo es posible?
Antes algunos sectores pensaban que la mejor política industrial era la que no existía. Y nosotros no estamos de acuerdo. Somos partidarios de hacer política industrial, y de hecho, la estamos haciendo. Somos un gobierno pro industria. Hacemos políticas para ayudar a que continúen los proyectos industriales en Catalunya y que lleguen más. Siempre tendrán nuestro soporte tanto la industria como los servicios de alto valor añadido que se generan en este entorno.
A pesar de ello, el Vallès pierde tejido industrial. Ahí está el caso sangrante de Delphi, en Sant Cugat del Vallès.
En el tejido empresarial de un país siempre hay movimiento de empresas; unas nacen, otras mueren, y también hay casos que deciden finalizar su actividad. En cuanto a Delphi, la dirección mundial decidió unilateralmente cerrar la planta de Sant Cugat y marchar a Rumanía.
Ante decisiones así, ¿no se puede hacer nada?
Evidentemente, nosotros desde el Govern se quiso evitar el cierre y no fue posible. Ante ello, y en primer lugar, hemos intentando que los trabajadores, si se tienen que ir al paro, lo hagan en las mejores condiciones económicas posibles. En segundo lugar, hemos trabajado para minimizar el número de empleados que se quedan sin trabajo. Y esto se canaliza buscando otros proyectos industrializadores para la planta o recolocando a operarios de Delphi en otras empresas del sector. Y esto último ya ha pasado en algunos casos.
¿Cuál será el futuro de la planta una vez que marche Delphi? ¿Hay ya atado algún proyecto reindustrializador de la factoría?
Estamos dedicando todos nuestros esfuerzos para que en la planta donde estaba Delphi se instalen nuevas actividades que puedan acoger a la mayor parte de trabajadores posible. Ha sido un proyecto que se ha estado trabajando durante el proceso de negociación de cierre del ERE. Finalmente, no hubo acuerdo con las industrias que mostraron interés. Pero continuamos trabajando para que una parte importante de la plantilla de Delphi siga en esta planta de Sant Cugat con otras empresas.
¿La pyme nota ya plenamente la recuperación o todo queda en una cuestión macroeconómica?
Hay muchas tipologías de empresas y también de pymes. Actualmente, hay pymes que funcionan muy bien y están creciendo en determinados sectores; otras se encuentran estabilizadas y también hay que lo están pasan mal.
Pero en general…
Realmente entre las pymes ha habido una reanimación. Y la prueba está en que se empieza a crear empleo y esto es bueno. También un indicador positivo es que cada vez hay menos concursos de acreedores y menos empresas que presentan expedientes de regulación. Esto quiere decir que el tejido empresarial está en una situación, no de alegría, pero sí de cierta recuperación.
¿Influye la situación de inestabilidad política en España?
Esta interinidad está demostrando la importancia de tener Gobierno. Te puede gustar o no el Gobierno que tienes delante pero es necesario tener una institución legítima con la que puedes dialogar y negociar. Hay muchas iniciativas que no se pueden tirar adelante, cosas que se deberían hacer y no puede ser porque tenemos un Gobierno en funciones que no está plenamente activo.
¿La incertidumbre sobre el futuro económico cómo está afectando?
Hay incertidumbre porque llegan noticias del entorno macroeconómicos que nos indican, por ejemplo, que Brasil o China van mal. Pero lo cierto es que en todas las grandes empresas nos dicen que, a pesar de ello, continúan creciendo. Tal vez, en algunos casos se ha desacelerado un poco la tasa de crecimiento pero continúan mejorando. Por lo tanto, este proceso de recuperación, hoy en día, todavía se observa.
¿Durará esta dinámica?
Hemos previsto que para el año próximo se produzca un crecimiento del 2,9% de la economía en Catalunya en global y que se cree empleo. Por lo tanto, pensamos que este proceso de recuperación continuará.
El paro es la gran asignatura pendiente. ¿Qué está fallando?
Para resolver el paro falta todavía más confianza en la economía.
¿Sólo eso?
Muchos desempleados venían de la construcción, que es un sector que por mucha recuperación que se produzca, no volverá a tener la misma presencia que antes. Esto quiere decir que estos parados se tienen que formar y reconvertir para que puedan trabajar en otros sectores. Y es esto lo que tenemos que hacer: un esfuerzo de recolocación y formación de los desempleados. Y por otro lado, insisto, también se tiene que acabar de otorgar confianza a la recuperación. Si esta confianza realmente existe, las empresas contratan de nuevo.
Pero el trabajo que se crea es poco cualificado y, además, precario. ¿Vamos hacia una sociedad “low cost” en el ámbito laboral?
Nosotros no podemos aspirar a ser un país con una ocupación poco cualificada y poco pagada. Esto no lleva a ninguna parte. Si queremos asentar el futuro, tiene que haber empleo cualificado y bien remunerado. Y para que pase todo esto tiene que haber empresas y sectores que sean competitivos. Y si lo conseguimos dejaremos de ser una sociedad, como usted dice, “low cost”, para ser una sociedad homologable a los principales países europeos.
El objetivo de su departamento en la actual legislatura era crear estructuras de Estado. ¿Están avanzando en este sentido?
Por ejemplo, Acc1ó ya es una estructura de Estado. Y ahora lo que se trata es de potenciarla. Y lo haremos. Con Acc1ó ya tenemos 36 oficinas en todo el Mundo y nuestro proyecto es ampliar esta red porque queremos estar donde haya empresas catalanas a las que tengamos que apoyar. Por otro lado, la universidad y el sistema de investigación también es una estructura de Estado. Lo mismo pasa con todos los sistemas de promoción del comercio. Existen otros ámbitos en los que no avanzamos más porque, hoy en día, carecemos de competencias, como por ejemplo en el sector energético. Hemos de decidir qué modelo energético queremos y dotarnos de las leyes para ir hacía un determinado modelo. Y todo esto lo estamos trabajando.
¿Habla del sector del conocimiento? ¿Realmente por qué el Leitat no se integró en Eurecat?
Se ha de reconocer la importancia que tiene el Leitat dentro del modelo de innovación de Catalunya. El Leitat es un actor muy importante, sin duda, de los más importantes. Lo que impulsó el gobierno de Catalunya a crear Eurecat es una nueva visión de la innovación. Pensábamos que había demasiados centros tecnológicos en Catalunya, demasiados pequeños y demasiado poco especializados. Eurecat fue la unión inicialmente de cinco centros tecnológicos, que ahora ya son ocho porque se han ido sumando otros centros. Y esto se hizo para crear un centro tecnológico de referencia. Obviamente, Eurecat tendrá que colaborar con el Leitat porque son los referentes tecnológicos del país. Estoy seguro que colaborarán, harán cosas conjuntamente y compartirán la misma visión de la innovación con el Govern, y de las necesidades que tiene la comunidad catalana.
En el ámbito comercial, la futura Ley prevé suprimir las rebajas. ¿Por qué?
Con esta nueva Ley nos tenemos que plantear qué es lo que queremos. Y lo primero que debemos hacer es impulsar leyes que se acomoden a la realidad del comercio que tenemos hoy en día. Y la realidad es que los comerciantes hacen promociones y descuentos a lo largo del año, y además, existen unos periodos de rebajas. Si hay consenso en el sector, nosotros somos partidarios de fijar unos periodos de rebajas indicativos, que no sean obligatorios. También somos conscientes de que hay una tradición en este país que concentra las rebajas después de Reyes y después de Sant Joan. Si hay comercios que desean seguir respetando estos plazos, pues que lo hagan, pero que no sean ni obligatorios ni exclusivos. Y si otro comerciante quiere hacer descuentos a lo lago del año que también lo pueda hacer.