El pleno de la Cambra de Terrassa, encabezado por el presidente de la entidad, Marià Galí, mantuvo un encuentro con Pep Ruiz, economista principal del BBVA Research, para hablar de la evolución general de la economía, las actuales tendencias financieras y la transformación de la sociedad hacia la digitalización.
En el transcurso del encuentro, los miembros del pleno tuvieron la oportunidad de profundizar en el análisis de la situación y las perspectivas para la economía catalana en 2016 y visualizar escenario 2016-2017.
Pep Ruiz afirmó que el escenario económico global mejora gracias a la reducción de la incertidumbre sobre el crecimiento global, el aumento de precios del petróleo, la existencia de menos dudas sobre la economía china (a corto plazo) y las mejores condiciones financieras en los mercados emergentes con la caída de la prima de riesgo EMBI que propician en conjunto una subida de los mercados (bolsa mundial e índice MSCI). Sin embargo, Ruiz puntualizó que el crecimiento todavía es bajo y que el comercio mundial envía "señales de cautela". Los riesgos sobre este escenario global se centran en la situación geopolítica europea, la subida de los tipos de la FED en los países emergentes y la crisis china. En cuanto a la situación específica de Catalunya, 2016 es el cuarto año de crecimiento del PIB y éste superó en 2015 la media histórica, de 2,2% (desde 1981 hasta 2014), situándose en un 3,3% y hay unas perspectivas de que se sitúe en el 2,9% y 2,7% en el año 2016 y 2017, respectivamente.
La demanda interna
Para Pep Ruiz esta recuperación se explica por el crecimiento de la demanda interna como consecuencia del dinamismo del comercio y el turismo y los bajos tipos de interés, el crecimiento de las exportaciones de bienes durante la crisis para contrarrestar la caída del consumo privado, así como la reactivación del turismo exterior en años anteriores, y el nacional 2015, que permite que la actividad en el sector se sitúe claramente por encima de niveles precrisis. Existen otros factores que continuarán apoyando el crecimiento como los precios del petróleo en niveles históricamente bajos y que podrían suponer casi un punto porcentual adicional de crecimiento para Catalunya, una política monetaria expansiva aunque el riesgo de crédito y la barrera del tipo de interés cero apuntan a que parte del impacto habría quedado atrás, la moderada aceleración del crecimiento de la UEM y una política fiscal neutral.
El principal riesgo es la incertidumbre sobre la política económica y, de hecho, BBVA calcula que el aumento de la incertidumbre del mes de enero podría restar al crecimiento de España entre 0,3 y 0,5 puntos en los próximos dos años. Si se mantiene en los próximo seis meses, los efectos sobre el PIB podrían llegar a 0,5 puntos en 2016 y 1,3 puntos en 2017. En resumen, se dibuja un escenario desde 2016 hasta 2017 en el que se crearán 215 mil empleos en el bienio, pero el nivel de empleo a finales de 2017 será aún un 8,6% inferior al de principios de 2008, mientras que la tasa de paro podrá acercarse al 12,8%, aunque casi 6 puntos por encima de la alcanzada en 2008.
Transformación bancaria
En cuanto a la transformación bancaria y digital, y más concretamente en cuanto a las tendencias de los sistemas financieros, Pep Ruiz afirmó que los bancos se enfrentan a múltiples tendencias que reducen su rentabilidad y para mejorar esta situación, actuaciones tradicionales como el cierre de oficinas y la reducción de costes no son suficientes. Es necesario aplicar soluciones disruptivas como la consolidación de entidades financieras buscando la eficiencia por la vía de la medida, primero a nivel nacional y luego transfronteriza, y cambiar el modelo y adaptarlo a la era digital.
La Cambra constata que es innegable que el sistema bancario debe transformarse para que los bancos puedan seguir cumpliendo la función social que les corresponde y justifica su existencia, y en este proceso de transformación es necesario que busquen nuevas vías para aportar valor añadido a sus clientes. Para el economista principal del BBVA Research, el modelo digital bancario es un reto y una oportunidad. La digitalización es un proceso imparable consistente en el uso de nuevas tecnologías, infraestructuras y modelos de negocio para hacer frente a los cambios en el comportamiento, necesidades y expectativas de los clientes.