Para acabar así, dicen los vecinos, mejor "no meneallo". Denuncian que el Ayuntamiento ha extraído la mezcla de goma y grava que cubría los alcorques de los árboles en la calle de Prat de la Riba, por lo que los agujeros se han convertido en un peligro para la deambulación y en papeleras en potencia.
En la calle de Prat de la Riba, en Vallparadís, hay 130 árboles. Hace unos tres años, los hoyos de los troncos fueron tapados con esa mezcolanza de goma y piedras usada en otras zonas. "Quitaron esa sustancia, al parecer porque se agrietaba al no filtrar bien el agua, y un tiempo después la volvieron a colocar. Y hace menos de un mes, la retiraron de nuevo", cuenta Javier Borrallo, un comerciante del sector quejoso de tales vaivenes de intervención en la vía pública y, sobre todo, del estado en que han quedado los alcorques. "Una vecina cayó en uno de los agujeros y se hirió el tobillo", añade.
Los hoyos sin protección existen en otras zonas de Terrassa, pero su combinación con la poca anchura de la acera en algunos tramos de la calle de Prat de la Riba da como resultado el peligro para los transeúntes. La hondura es de un palmo y montar y usar la terraza de un bar es arriscado.
Basura
Un elemento más conduce a la queja: los alcorques han devenido tentación para los que no son muy amigos de depositar los desperdicios donde toca.
Papeles, cartones, cajetillas de tabaco, restos de fruta, folletos publicitarios y otros residuos pueblan los hoyos. "¡Lo que llegamos a sacar de los agujeros!", dice Conchi, hostelera del sector.