La CUP ha puesto hoy en evidencia la tensión por la que ahora mismo atraviesan sus relaciones con el Govern, lo que complica aún más las negociaciones para la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para 2016, si bien el vicepresidente Oriol Junqueras ha descartado un avance electoral.
La CUP, socio prioritario del Govern, no ha acudido hoy a la reunión del vicepresidente catalán y conseller de Economía, Oriol Junqueras, con los grupos parlamentarios para explicarles los Presupuestos, en señal de protesta, según han explicado, por la actuación de los Mossos d’Esquadra ayer en los disturbios de Gràcia.
Junqueras ha evitado censurar este plante y tampoco ha aclarado si cree que una negativa de la CUP a aprobar las cuentas sería un incumplimiento del acuerdo parlamentario por el que se invistió a Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, en sustitución de Artur Mas.
Tampoco ha querido hacer pronósticos sobre si ve un clima suficientemente favorable para la aprobación de los Presupuestos, porque a su juicio “lo relevante” es tener claro que aprobar las cuentas “es mejor” que seguir en prórroga presupuestaria.
En un mensaje implícito a la CUP, ha advertido de que sin los nuevos Presupuestos no se desplegarán las nuevas partidas sociales.
En todo caso, el líder de ERC ha desligado el posible fracaso de las negociaciones presupuestarias con la CUP de un posible adelanto electoral: “Ha habido muchos presupuestos prorrogados y no han derivado en unas elecciones anticipadas”, ha afirmado.
Las primeras valoraciones de los grupos parlamentarios han puesto de manifiesto que el Govern, pese a su voluntad de hablar con todo el mundo, sólo tiene posibilidades de negociar con la CUP.
Las cuentas no han contentado a la oposición, y la CUP es, de hecho, el único grupo que ha evitado pronunciarse sobre el proyecto de Presupuestos, al considerar que no era “pertinente” valorarlos tras la actuación policial de anoche en el barrio de Gràcia a raíz del desalojo de un centro social ocupado.
En una rueda de prensa en el Parlament poco después de que Junqueras haya presentado el proyecto de Presupuestos, la diputada de la CUP Mireia Vehí ha condenado con dureza la actuación policial y ha apuntado que su formación ya encontrará “otros espacios y momentos” para valorar el contenido presupuestario.
Otra diputada de la CUP, Eulàlia Reguant, ha explicado que han recibido “hoy mismo” el proyecto de los Presupuestos, por lo que no han tenido tiempo para valorarlo, ya que han estado “ocupados analizando lo ocurrido en Gràcia”.
“Cuando hayamos tenido tiempo ya los valoraremos y decidiremos qué enmiendas podemos presentar”, ha añadido sin aclarar si la CUP permitirá o no la tramitación de las cuentas de la Generalitat, una decisión clave teniendo en cuenta que Junts pel Sí (JxSí) precisa de sus votos para evitar las enmiendas a la totalidad que presentará la oposición en el Parlament.
Ciudadanos ha advertido de que el Govern ha presentado unos Presupuestos para la “independencia”, con los que pretende además “contentar” a la CUP y en los que se ha “inflado el supuesto enfoque social” por motivos electorales.
El portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha anunciado que su grupo presentará una enmienda a la totalidad a los Presupuestos mantendrá una actitud “vigilante” durante los trabajos en comisión para que no se destinen recursos públicos a competencias “ajenas” al ejecutivo catalán.
La portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados, ha anunciado que su grupo presentará una enmienda a la totalidad a unos Presupuestos que ha tildado de “insensibles y continuistas con las políticas del expresidente Artur Mas” y “resignados, sin ningún giro social en políticas fiscales”.
También el PPC presentará enmienda a la totalidad, al considerar que el Govern destina recursos públicos a partidas vinculadas directamente con el proceso separatista, que no responden al “interés general” de los ciudadanos.
El portavoz del PPC en la cámara catalana, Enric Millo, ha reprochado al Govern que no aproveche la recuperación económica derivada de las reformas del Gobierno para “rebajar la presión fiscal” a los catalanes.