En Terrassa, en 1986, nació un certamen educativo que crecería rapidamente para convertirse en uno de los más importantes de Europa, y el mayor de tipo bíblico: el Concurs Bíblic de Catalunya, organizado por el Grup Avant (de la Federació de Cristians de Catalunya). Sus cifras son tan impresionantes como ciertas. De los 369 participantes de su primera edición (que tuvo un ámbito local) se ha pasado a los 61. 843 de este año (de 552 centros, con 318 ganadore). En sus treinta años de historia (se ha celebrado ininterrumpidamente desde su creación), han participado en el concurso más de un millón doscientos mil niños y jóvenes, de unas mil escuelas. Un auténtico fenómeno, crecido al alimón del renovado interés por la Biblia que se ha desarrollado en los últimos años.
Y de Terrassa al Vaticano. La sala del Instituto María Santíssima Bambina acoge, desde el lunes y hasta el día 26, una exposición sobre el certamen y sus treinta años de historia. “Amb Déu tot és possible” es su título, y explica toda la trayectoria del concurso y su funcionamiento paso por paso. A su regreso a Catalunya, la exposición itinerará por sus diócesis durante un año. Se complementa con una muestra, también organizada por la Federació de Cristians de Catalunya, sobre la vida del médico Pere Tarrés (1905-1950), actualmente en proceso de canonización.
En el Centre Cultural
Los premios del Concurs Bíblic de Cataluya son entregados en las zonas territoriales de cada obispado, Todos lo hacen hoy, salvo el de Lleida, que ha programado el acto para el próximo día 26. Así, el Centre Cultural Terrassa acoge esta mañana, a las once, el acto de lectura del veredicto y entrega de premios del obispado de Terrassa y el arzobispado de Barcelona,
“Valors/virtuts per créixer com a persones” ha sido el lema del concurso de este año, que marca las directrices de todas las modalidades del certamen (cada una de las cuales tiene, además, sus bases específicas). Existe así el concurso bíblico Inicial (de dibujo); básico (un cuestionario de preguntas bíblicas); de dibujo (a partir de las preguntas del anterior, los participantes han de dibujar el aspecto que más les ha llamado la atención); de redacción (de un texto con razones personales y citas bíblicas relacionadas) y informático (para trabajos con soporte informático). También existe una modalidad abierta a todos los universitarios.