La Generalitat ha cifrado hoy el déficit fiscal de Catalunya con la administración central del Estado en 14.623 millones de euros en el año 2012, que representa el 7,5 % del PIB catalán, según el último cálculo realizado por el gobierno autonómico con el método de flujo monetario.
Este método es el que la Generalitat considera como el mejor para hacer el cálculo, aunque si se utiliza el de carga-beneficio el déficit fiscal de Catalunya en el año 2012 fue de 10.030 millones de euros, que representa un 5,1 % del PIB catalán.
La balanza fiscal muestra la diferencia entre el gasto que el Estado realiza en un territorio y el volumen de ingresos que obtiene en ese territorio y, según la Generalitat, Catalunya aporta el 18,4 % del total de ingresos del Estado y recibe el 13,6 % de su gasto total.
El gobierno catalán cifró el déficit fiscal de Catalunya en el año 2011 en 15.006 millones, el 7,7 % del PIB.
Como en años anteriores, la balanza fiscal de Catalunya con la administración central se ha calculado según dos aproximaciones metodológicas: la del flujo monetario y la de incidencia de carga-beneficio.
El método de flujo monetario mide el impacto económico generado por la actividad del Estado en el territorio y, según la consejería de Economía, es especialmente relevante en tiempos de crisis y paro, ya que muestra el gasto efectivo que ha hecho la administración central en un territorio concreto y, según este método, el déficit fiscal de Catalunya en el año 2012 fue de 14.623 millones.
Según el método de la incidencia carga-beneficio, el déficit fiscal de Catalunya en el año 2012 fue de 10.030 millones de euros, que representa un 5,1 % del PIB catalán.
Si se calcula la balanza fiscal sin la Seguridad Social, el gasto del Estado en Catalunya cae del 13,6 % hasta el 9,2 %, debido a que el gasto de la Seguridad Social, básicamente pensiones, prestaciones de paro y otras prestaciones económicas, está ligado a unos derechos y obligaciones adquiridos por los ciudadanos a título personal y no está sujeto a la discrecionalidad de las políticas territoriales del Gobierno.
La diferencia entre lo que Catalunya recibe y lo que aporta casi se duplica cuando se analiza específicamente el comportamiento del gasto discrecional.
Así, la diferencia global entre ingresos aportados y gasto recibido es de 4,8 puntos porcentuales, pero si se excluye el gasto de la Seguridad Social el diferencial es de 8,7 puntos.