“El gobierno municipal no tiene proyecto de futuro para la ciudad”. Así de contundente se mostró ayer Isaac Albert, líder de ERC-MES al hacer balance de este primer año de mandato. Aseguró que “no hay un rumbo ni hilo conductor” que guíe la actuación del bipartito. Y no lo hay porque PSC y CiU “no comparten principios, valores ni base ideológica”. A ellos, denunció Albert, “sólo les une la necesidad de mantener la alcaldía y el poder”.
Esta”contradicción de base inicial” y la “incapacidad de construir un proyecto común”, denunció ERC-MES, es lo que ha convertido este año en un “guirigay a la hora de tomar decisiones y llegar a acuerdos”. Para la coalición, el bipartito “no gobierna, sino que se limita a gestionar el día a día”.
El año, admiten en el grupo municipal, ha sido “complicado” para todos, también para las formaciones de la oposición, precisamente porque “no hay una hoja de ruta del gobierno a la que sumarnos o fiscalizar”. Los republicanos admiten que los debates plenarios han estado marcados por un tono “agrio”, pero niegan, como reprocha el equipo de gobierno, que eso haya impedido alcanzar acuerdos: “En ningún momento ha habido voluntad de bloquear la gestión municipal. Se quejan (PSC y CiU) de que la oposición ha sido dura y contundente, pero han podido gobernar”. Y sin falsas modestias de por medio, ERC-MES creen que han tenido un papel destacado en que hayan podido salir adelante algunas medidas tan importantes como, por ejemplo, los presupuestos o las ordenanzas fiscales. “Estamos orgullosos de haber sido capaces de llegar a acuerdos (…), de ejercer un papel central que permite que gobierno y oposición puedan sumar”. Precisamente, esta “cintura” que se atribuyen los republicanos, es lo que le falta al bipartito: “Al gobierno le cuesta mucho generar mayorías, pero porque no presenta los proyectos suficientemente trabajados ni está abierto a sumar”, critica Albert.
La alternativa
La memoria anual presentada ayer no sólo critica la acción de gobierno, sino que también rinde cuentas con la ciudadanía de su propia gestión. Los republicanos están “orgullosos” de haber ejercido una labor de oposición “coherente”, a pesar de las “dudas”, dicen, que les generan algunos temas al haber tenido responsabilidades de gobierno en el pasado. Orgullosos también están del equipo de trabajo que han creado en torno al grupo municipal. La coalición reivindica que son “alternativa de gobierno”, que aunque su enemigo ideológico no es el PSC “no toca” gobernar con los socialistas debido al “momento que vive el país”.