David Marjaliza, presunto cerebro de la trama Púnica, dijo al juez que su socio Francisco Granados llegó a negociar “incluso” con la entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, una recalificación de un terreno para hacer un “macroproyecto de chalés de lujo y campos de golf”.
Esa es una de las revelaciones que Marjaliza hizo al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en su última declaración, en noviembre del año pasado, en la que la fiscal le pregunta por las negociaciones para una recalificación de la finca de El Espartal, en Valdemoro.
El empresario revela que el entonces consejero autonómico Francisco Granados y su sucesor en la Alcaldía de Valdemoro, José Miguel Moreno Torres, tuvieron conversaciones para recalificar esos terrenos, donde la Comunidad de Madrid pretendía hacer un “macroproyecto de chalés de lujo y campos de golf”.
Un proyecto aprobado en 2004 que finalmente fue paralizado por un juzgado de Madrid, decisión ratificada por el Tribunal Supremo, que enterró el proyecto, que afectaba a 600 hectáreas de terreno.
Marjaliza admite ante la fiscal que sabía que el plan se había frenado, aunque pensaba que era por motivos políticos, y afirma con contundencia que “seguro que sí” Granados y Moreno Torres hablaron con alguien más de ese proyecto.
“Incluso hasta con Esperanza Aguirre”, zanja Marjaliza.
Entre las empresas que iban a acometer ese proyecto estaba OHL y Obrum, en cuyo consejo se sentaba Marjaliza, quien reconoce haberse reunido con Javier López Madrid, consejero de ese grupo constructor.
Cuando se le pregunta si tiene constancia de si López Madrid pagaba comisiones a cambio de obras, responde: “Creo que López Madrid no se dedicaba a eso”.
Se trata de un interrogatorio en el que Marjaliza sugiere que la corrupción en las adjudicaciones en Valdemoro se remonta a la etapa anterior a la Alcaldía de Francisco Granados (1999-2003).
En su declaración, alude a que Javier Cid, hermano de Ramiro Cid -uno de los principales constructores implicados en Púnica- tenía “buena relación” con el anterior alcalde socialista, José Huete, quien gobernó la localidad entre 1983 y 1999 y que renunció a presentarse de nuevo ante las investigaciones de su propio partido por su incremento patrimonial.
Cuando Marjaliza hace esta mención, la fiscal le pregunta si se refiere a que “hablaban y pactaban las recalificaciones y la venta de vivienda”. “Exactamente”, responde el empresario.