Un presunto traficante de drogas "cayó" ayer de forma inesperada: lo detuvieron en un control de seguridad nocturno. Los Mossos d’Esquadra le aprehendieron bellotas de hachís, papelinas de cocaína y casi 1.200 euros. Llevaba chocolate hasta debajo de la sillita de un niño.
Agentes de la unidad de seguridad ciudadana de los mossos en Terrassa habían dispuesto un control rutinario en un acceso a Terrassa, a la avenida del Vallès, desde la C-58. Minutos antes de las cuatro de la madrugada, los policías pararon un coche conducido por un joven. Del vehículo emanaban efluvios de cannabis, aspecto sobre el que interrogaron los agentes al individuo, y el conductor admitió que acababa de fumarse un porro, y que había arrojado el cigarro al ver el dispositivo policial.
Los mossos barruntaron que había gato encerrado y, al tiempo que identificaban al chico, procedieron a registrar el vehículo. Durante la inspección encontraron billetes fraccionados y también hallaron dinero y hachís en oquedades y sitios diversos del automóvil. Debajo de una alfombrilla, por ejemplo, y en un lateral del hueco de la rueda de recambio. Al parecer, había bellotas de costo incluso debajo de una silla de niño.
Quince bellotas
Al final, los mossos confiscaron quince comprimidos de hachís, en forma de bellota, que pesaban casi 156 gramos y tres trozos más de la misma sustancia con un peso de 140,7 gramos. El alijo no sólo comprendía las porciones de la citada resina del cáñamo, sino que incluía también tres papelinas con 2,2 gramos de cocaína. El dinero incautado ascendía a 1.190 euros.
El conductor fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública, de tráfico de drogas, y antes de ingresar en los calabozos de la comisaría de Can Tusell fue trasladado a la Jefatura de la Policía Municipal para ser sometido al test de detección de consumo de drogas. Como era de esperar, dio positivo en THC, el principio activo del cannabis, pero también en otras dos sustancias estupefacientes: en cocaína y en anfetaminas. El coche lo llevó una grúa a dependencias policiales.
El detenido tiene 30 años y es vecino de Begues, población de la comarca del Baix Llobregat. Antes de su arresto de ayer carecía de antecedentes.