Un incendio de grandes dimensiones está arrasando desde esta madrugada el mayor cementerio de neumáticos de Europa, ubicado entre las provincias de Toledo y Madrid, y ha provocado una espectacular columna de humo visible a muchos kilómetros de distancia.
Los cálculos oficiales apuntan a que por el momento ha resultado afectada cerca de una hectárea de las más de once sobre las que se extienden unos cinco millones de neumáticos, casi 100.000 toneladas.
Aunque la Guardia Civil sitúa el foco del incendio en el término municipal de Torrejón de Velasco (Madrid) -lindante con Valdemoro-, la dirección del viento ha hecho que las consecuencias del fuego, que algunas fuentes apuntan a que ha sido intencionado, estén siendo más alarmantes en la provincia de Toledo, especialmente en la localidad de Seseña, muy próxima al depósito de neumáticos.
Allí se ha decretado la recomendación de confinamiento de los vecinos de tres urbanizaciones de la localidad y permanecen cerrados cuatro centros educativos, tres colegios y un instituto.
Los servicios de emergencias han recomendado, además, que los vehículos que circulen por la autovía A-4 y la autopista de peaje R-4 lo hagan con las ventanillas cerradas cuando pasen por la zona del incendio.
El Gobierno de Castilla-La Mancha, que calcula que el fuego puede tardar más de una semana en quedar extinguido, ha elevado a última hora de la mañana el nivel de emergencia -hasta el 2- lo que permitirá que se incorporen a la lucha contra el fuego los hidroaviones del Ministerio de Agricultura y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ministerio de Defensa.
Por su parte, la Comunidad de Madrid, cuyos servicios de bomberos trabajan junto a los de Castilla-La Mancha desde la madrugada, mantiene el nivel 1 de emergencia.
El pronóstico meteorológico es halagüeño para las tareas de extinción y, así, la AEMET espera lluvias y viento flojo durante toda la tarde en esa zona.
Esas previsiones han hecho que el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, haya vaticinado que la columna de humo negro empezará a dispersarse sobre las seis de la tarde, en el momento en que la lluvia se haga más persistente, lo que provocará que arrastre las partículas lanzadas al aire por el incendio, que es -ha dicho- “cuando mayor riesgo de contaminación hay”.
El cementerio de neumáticos de Seseña, el más grande de los quince que aún existen en España, comenzó a formarse a finales de los años 90 con las primeras acumulaciones en dos fincas particulares sin licencia en el termino municipal, y fue creciendo hasta ocupar terrenos de Valdemoro, en Madrid.
Precisamente, el hecho de que se extienda por municipios de dos comunidades ha dificultado la gestión de este vertedero, declarado ilegal desde 2009, así como las gestiones para retirar las ruedas para tratar de solucionar el grave problema medioambiental.
El investigador Joan Grimalt, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del (CSIC), ha advertido hoy de la presencia de elementos “altamente cancerígenos” en el humo del incendio.
“No es bueno respirar la carbonilla -ha explicado- porque tiene cantidades importantes de hidrocarburos aromáticos policíclicos”, un compuesto orgánico que se encuentra en el petróleo, el carbón y en depósitos de alquitrán.
También varias organizaciones ecologistas han alertado de la grave contaminación atmosférica que puede provocar el incendio.
La Comunidad de Madrid analiza la calidad del aire cada media hora en las estaciones de Aranjuez y Valdemoro, y ha enviado una unidad móvil a Ciempozuelos, para garantizar la seguridad de la población, a la que se avisará si cambia la dirección del viento y se desplaza la columna de humo procedente del incendio del cementerio de neumáticos de Seseña.