Cada vez más, aumentan los casos en los que los padres se desbordan y no se ven capaces de controlar la situación de conflicto con sus hijos. Ante esta circunstancia, el año 2013 nació en Terrassa la Asociación Raíces, impulsada por un grupo de psicólogas forenses especializadas en violencia y en familia.
"Montamos la asociación a raíz de una investigación que hicimos en un fin de máster con madres que habían vivido violencia filioparental", dice la presidenta de la entidad, Aranzazu Herrador, que explica que "la demanda de casi todas las madres era que no acababan de encontrar un servicio que las ayudara en este tipo de problema". El objetivo de la entidad es "dar apoyo y ayuda a aquellas familias que se ven en un conflicto que crece cada vez más, en el que no pueden establecer una relación sana entre padres e hijos", comenta Herrador. "Son casos en los que ha llegado un punto en que las relaciones son tan distantes que no saben cómo manejar la situación", dice la psicóloga. Por eso, desde de la asociación trabajan "para que vuelva a haber una relación sana y de respeto dentro de casa".
Estudios
Según algunos estudios nacionales e internacionales, la prevalencia de estos casos se encuentra entre un diez y un doce por ciento. "Es un tema que cada vez preocupa más, cada vez hay más casos. De hecho, nosotros hemos notado un aumento bastante importante de 2014 a 2015", dice la presidenta de la entidad, que trató 30 casos el año pasado, frente a los diez del año anterior. "Es un problema que necesita una atención especializada e inmediata", asegura Herrador, que apunta como posibles causas de este incremento los cambios en el ámbito social y educativo y de roles familiares , entre otros factores. "El modelo de juventud que nos muestran los medios de comunicación a lo mejor tampoco es el más idóneo", añade.
No hay un perfil concreto de agresor. "Tenemos chavales que provienen tanto de familias totalmente normalizadas como de familias súper desestructuradas, padres separados, violencia en casa… Hay de todo -asegura Herrador- y eso es lo que preocupa, que está pasando en familias donde no hay antecedentes ni de delitos ni de trastornos mentales ni parece que estén desestucturadas". Si bien "cada caso es un mundo", la presidenta de la Asociación Raíces explica que los hijos agresores usan muchas veces la violencia para lograr aquello que no pueden conseguir con el diálogo, porque no están acostumbrados a recibir un no o para estar por encima de los padres.
En general, es en la adolescencia cuando explota el conflicto pero cada vez se producen más casos entre niños que no llegan a los 14 años. Además, en la mayoría de las ocasiones, la víctima es la madre ya que es quien suele pasar más tiempo con los hijos. Aún así, al igual que no hay un perfil de agresor no lo hay de víctima.
Herrador cree que "es un problema relativamente nuevo, que ahora está empezando a salir a la luz". Asimismo, "es algo que se lleva muy en secreto" ante los miedos a qué dirán o qué pensarán los demás". Por eso la psicóloga cree que "deben haber muchísimos más casos de los que salen". En esta línea, Herrador cree que se debería hacer mucha más concienciación a través de los medios de comunicación y de charlas para que las familias sean capaces de detectarlo a tiempo, antes de tener que interponer una denuncia. Y es que precisamente, la mayoría de los casos que llegan a la asociación son derivados del ámbito judicial.
Intervención terapeútica
En la entidad trabajan desde la intervención terapéutica con sesiones presenciales en el Centre Cívic Alcalde Morera (plaza de Can Palet, 1) o el despacho que tienen en el número 22 del Raval de Montserrat. Siempre que pueden lo hacen con las dos partes en conflicto con sesiones conjuntas o por separado, dependiendo de las necesidades de cada caso. Sin embargo, a veces trabajan sólo con los padres o con los hijos o incluso con los hermanos, quienes también sufren la situación o podrían reproducir el rol de agresor en un futuro. Además de la atención terapéutica, realizan charlas, seminarios y jornadas para profesionales, donde se habla de la violencia filioparental desde varios ámbitos como el policial, el de la salud clínica, el de la justicia o el teórico para que cada agente implicado sepa como actuar y se promuevan sinergías entre ellos.
LA DEFINICIÓN
Violencia filioparental: Cualquier tipo de violencia física, psicológica o financiera que puede ejercer un hijo contra su padre, madre o tutor legal con la finalidad de tener mayor poder y control sobre éste.