Convergència Democrática de Catalunya (CDC) ha anunciado hoy que gastará en la próxima campaña de las elecciones generales del 26 de junio alrededor de 1,6 millones de euros, un 30 por ciento menos que lo que gastó en la campaña de los comicios de diciembre.
Así se ha expresado el portavoz adjunto del grupo de Democrácia i Llibertat (DiL, la marca de CDC en el Congreso), Carles Campuzano, quien ha avanzado esta decisión “voluntaria” de su partido independientemente de que haya acuerdo, o no, entre los demás partidos.
Campuzano ha hecho estas declaraciones antes de la reunión que los grupos políticos celebran en el Congreso para buscar un pacto que propicie una reducción de gasto electoral, algo sobre lo que no hay posición común de momento.
Desde CDC se considera que “la ciudadanía espera gestos de los partidos” porque se parte del convencimiento de que no se debe “irritar” a la sociedad con “una sensación de gasto en campaña a veces innecesaria”.
Por ello, ha optado por desembolsar en la preparación de las elecciones generales una cuantía que ronda el 1,6 millones de euros, una cifra un 30 por ciento inferior a la de la campaña del 20D, cuando CDC gastó más de 2,1 millones.
Con todo, “hay que recordar -ha matizado Campuzano- que un debate informado y serio” sobre los programas y las propuestas de los partidos durante el periodo preelectoral exige una campaña, que no son gratis”.
El PNV también propone limitar el gasto, aunque se inclina por hacerlo de forma escalonada, en función del número de electores de cada territorio, por lo que el recorte sería del 30, del 20 o del 10 por ciento.
Su portavoz, Aitor Esteban, también ha defendido suprimir los anuncios electorales y la publicidad en vallas y banderolas, pero no está conforme con que también se quiten los carteles de los medios de transporte público o de las marquesinas.
Esteban ha abogado además por que, respetando el peso de cada partido, tengan “igualdad de trato” en los medios.
Por otro lado, respecto de la oferta que Podemos lanzó ayer al PSOE para concurrir junto al Senado, Carles Campuzano ha manifestado que esa “batalla” no incumbe a su partido, aunque estarán “alerta”.
“Pero ésa -ha insistido- es la batalla de la izquierda por ver quién es el más grande”.