La petición de Clàudia Ramos tiene pocos visos de prosperar porque el Departament de Territori i Sostenibilitat tiene previsto poner en marcha la T-Mobilitat, que fijará el precio de los desplazamientos en función de los kilómetros recorridos y de la frecuencia con que se utilice el transporte público.
La T-Mobilitat, que sustituirá gradualmente a la variedad actual de títulos de transporte, aún tardará en llegar. El sistema se pondrá en marcha en la primera corona del área de Barcelona durante el segundo semestre del año y se irá extendiendo hasta 2018, cuando se espera que esté implantado en toda Catalunya. El Departament no ha podido precisar cuándo se podrá utilizar en Terrassa, perteneciente a la segunda corona metropolitana. Esta nueva tarjeta, proyecto estrella de la cartera que dirige el exconcejal Josep Rull, fijará el precio del transporte público en función de la movilidad real del ciudadano, por lo que el sistema actual de zonas dejará de aplicarse tal como se hace ahora. Está por ver el impacto real de la medida y si encarecerá los desplazamientos o no. Sus defensores aseguran que el precio no será más caro, sino más justo.
Tarjeta inteligente
A diferencia de lo que ocurre ahora, la T-Mobilitat no habrá que pagarla de manera anticipada necesariamente. El sistema de venta permitirá el prepago, el postpago (mediante domiciliación bancaria), la recarga por internet y el pago por móvil cuando la tecnología lo permita.
Este sistema inteligente pondrá en conocimiento de las autoridades nuestros hábitos de movilidad, algo que el Departament piensa utilizar, además de para determinar los precios, mejorar la planificación de la red de transporte colectivo.