Los plenos municipales seguirán siendo el mismo día y a la misma hora: el último jueves de mes a las 18 horas. La reunión de los portavoces para debatir sobre medidas para agilizar las sesiones plenarias y permitir una mejor conciliación familiar se zanjó con acuerdos de mínimos.
Está por ver el impacto del único compromiso firme alcanzado. Se trata de que los acuerdos de junta de portavoces puedan leerse en el pleno si se aprueban por mayoría absoluta; es decir, si obtienen un mínimo de catorce votos a favor. Hasta hora, sólo se daba cuenta si se aprobaban por unanimidad. De esta forma, se espera que algunas propuestas de resolución, de contenido político más que de impacto en la gestión, deriven en acuerdos de junta y con ello, se supriman determinados debates en el pleno. Para esto será necesario modificar el reglamento orgánico municipal.
De forma verbal, todos los portavoces se comprometieron a ser más estrictos en el cumplimiento de los tiempos de intervención. Hace algunos meses ya acordaron reducir la duración de las intervenciones sin que lo hayan cumplido demasiado. Algunos ediles propusieron que se instale un reloj o cronómetro en la sala que les permita autocontrolarse mejor.
Los grupos de la oposición reclamaron al equipo de gobierno que facilite con bastante antelación la documentación de los temas que pasarán por aprobación plenaria para que puedan debatirse previamente en profundidad en comisión informativa y descargar, en parte, los plenos. La idea también es que las propuestas de acuerdo de junta de portavoces se distribuyan con carácter previo a la junta, de manera que las negociaciones que suelen darse durante la reunión y a lo largo de toda la semana previa al pleno se centren en las mociones.
Visiones contrapuestas
No hubo acuerdo para pasar las sesiones a la mañana. La oposición no lo ve viable porque varios concejales trabajan fuera de la Administración en ese horario. A pesar de que la ley permite que se ausenten para atender sus responsabilidades como cargos públicos, los regidores matizan, por un lado, que esta prerrogativa tiene unos límites y, por otro, que varios son trabajadores autónomos que no pueden desatender sus tareas.
La reunión puso de manifiesto las distintas visiones que los partidos tienen de la función que deben cumplir los plenos, más allá de la estrictamente legal. Por ese motivo es más que difícil ponerse de acuerdo en horarios, duración o todo lo que tiene que ver con su organización. Aunque sean pocas, se espera que con estas medidas los plenos no se alarguen más allá de las doce de la noche, como suele ser habitual. Teóricamente debería ser así ya que el reglamento orgánico municipal y el reglamento orgánico funcional marcan que las sesiones deben empezar y acabar en el mismo día.
