El CDMT no es el único centro donde los terrassenses han podido acudir para aprender a elaborar un auténtico vestido modernista. En la escuela Costur-mida, la diseñadora de moda y patronista Mercè Bernades ha atendido las demandas de algunas mujeres. “Si no tienen el diseño pensado, les asesoramos teniendo en cuenta sus posibilidades y conocimientos y les ayudamos a diseñar su vestido. También ayudamos a hacer patrones y a coser si no saben”, explica Bernades.
Este año, como en los anteriores, todas las alumnas han optado por vestidos propios de la burguesía. “Aunque este año la feria está dedicada al movimiento obrero, no hay demasiada información de la ropa que llevaban, ni en el Museu Tèxtil ni en Internet”, lamenta Bernades.
Algunas de las alumnas también han confeccionado bolsas de mano y han decorado sombreros. El tiempo que han dedicado ha sido distinto en función de cada mujer y cada vestido. “Depende de la ropa que quieras hacer, conlleva más o menos trabajo pero si quieres cuidar los detalles es mucha faena. Una falda sencilla, entre hacer el patrón, cortar y coser, son de seis a ocho horas de trabajo”, señala Bernades, que explica que las alumnas pueden tardar un mes desde que escogen el diseño hasta que lo hacen realidad.
Este año la gente no ha empezado a ir a Costur-mida hasta después de Semana Santa “ya que la información y las fechas de la Fira Modernista se han sabido tarde”. Además, algunos de los materiales que se necesitan para elaborar los conjuntos son difíciles de encontrar. Por eso, algunas mujeres han tenido que dedicar más horas estos últimos días para poder acabar sus vestidos y lucirlos este fin de semana. La ocasión, sin embargo, se lo merece.