Nacido en Córdoba, criado en Valencia y residente en Centelles desde hace unos 15 años, Antonio Salido no esperaba llevarse el primer premio en categoría de lengua castellana, en la que fue su primera participación en el concurso de relatos breves de Diari de Terrassa. “Como mucho aspiraba al segundo galardón, que era una tablet y que era lo que querían mis hijos”, bromeaba ayer tras recoger el máximo reconocimiento.
Ironías aparte, a Antonio, cartero de profesión de 44 años, se le veía ayer muy feliz: “De verdad que no me lo esperaba. Solo el hecho de quedar finalista y venir hasta aquí ya me producía ilusión”. Dicho esto, no dudó en dedicar el premio a su padre, su particular “contador de historias” durante su infancia. “Mi padre me contaba a pie de cama muchas historias que se inventaba. Por eso quiero dedicarle el premio a él, y también a mi madre, porque los dos hicieron muchos esfuerzos por darme unos estudios, y de algún modo esta es una manera de compensarlos”. E hizo extensible la dedicatoria a su mujer y a sus hijos.
Antonio, licenciado en Comunicación Audiovisual, suma con el de ayer su segundo premio literario. Hace dos meses ganó el concurso de relatos cortos Enrique Ferran de la revista El Ciervo. “Que en poco tiempo te den dos premios es algo que te anima mucho para seguir escribiendo”, dijo satisfecho.
Desde niño
Antonio Salido, también gran aficionado a la fotografía, explicó que escribe desde que era un niño, pero que siempre ha sentido mucho pudor de mostrar sus obras. Sin embargo, con el tiempo se ha ido soltando y le ha cogido el gusto a presentarse a concursos, a los que acude desde hace medio año.
¿Por qué escribe? “Es un juego. Una pulsión interior me empuja a escribir historias y compartirlas, igual que mi padre compartía las suyas conmigo”, contesta.