Terrassa

Saquearon la casa de su vecina cuando estaba de vacaciones

El golpe de congoja que sienten las víctimas de un robo en casa le sobrevino a una vecina de Segle XX cuando volvió de unas vacaciones y se encontró la puerta maltrecha, y el domicilio “limpio”. Los ladrones no sólo le habían removido las habitaciones para sustraer dinero o joyas o aparatos tecnológicos. Se lo habían llevado casi todo, por no decir todo: bicis, microondas, botas, aspirador, cafetera, teles, hasta utensilios de cocina. Aquellos tipos no llegaron de muy lejos, como concluyeron después los Mossos d’Esquadra. Eran sus vecinos, los que ocupaban ilegalmente la casa de al lado. Y fueron detenidos y dos han ingresado en prisión.
El saqueo lo perpetraron a finales de enero y/o principios de febrero, cuando la víctima se ausentó de su vivienda durante unos días. La mujer regresó al hogar, y un “ay” le invadió el cuerpo cuando supo que unos delincuentes habían allanado el domicilio.

Aquel asalto era peculiar, al menos, por dos motivos. Primero, por el volumen del botín. Los ladrones especialistas actúan rápido, registran con celeridad, se apoderan de artículos de valor pero que no llamen la atención y puedan meter en mochilas, y se largan. Pero aquellos delincuentes habían empleado mucho tiempo. Arramblaron con todo, incluso con útiles de cocina, con teléfonos, con una plancha de cabello, con el microondas, con el aspirador€ Y con unas botas para la nieve, una cámara de fotos y un ordenador. Y con más objetos para conformar un botín monumental.

Puerta forzada desde dentro
Segunda razón para conferir al robo rasgos de extravagancia: la puerta no presentaba signos de forzamiento desde el exterior. Quien la había violentado lo había hecho desde dentro. ¿Por qué? Seguramente porque los ladrones habían entrado por una ventana o por un balcón, y se vieron obligados a sacar el botín por la puerta, pero la puerta estaba cerrada.

La unidad de investigación de los Mossos d’Esquadra de Terrassa inspeccionó la casa en busca de indicios, y algo encontró, lo que unido a las características del asalto acreció las sospechas sobre la proximidad de los malhechores. Todo apuntaba a que habían entrado por un balcón, desde otro balcón. Y ese segundo balcón era el de un edificio ocupado ilegalmente, contiguo a la casa allanada.

Los mossos averiguaron que los presuntos autores del robo vivían en esa finca ocupada. Los detuvieron el 11 de abril. Los policías recuperaron algunos objetos sustraídos que localizaron en tiendas de segunda mano. Otros ya habían sido vendidos. Los mossos detuvieron a tres jóvenes, pero uno de ellos quedó en libertad sin cargos. Los otros dos, uno de 20 años y otro de 18, ingresaron en prisión tras pasar a disposición judicial.

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