Representatess del comité de empresa de Mina mantuvieron ayer una reunión con los grupos municipales en las dependencias del sindicato CCOO. Los trabajadores querían trasladar sus inquietudes sobre el futuro de sus puestos de trabajo y condiciones laborales tras el final de la concesión de Mina, que concluye el próximo diciembre.
A los trabajadores les inquieta que la municipalización del servicio comporte la incorporación a la plantilla municipal en condiciones distintas a las de los empleados públicos. También la incertidumbre de su paso a una empresa de titularidad pública.
Precisamente el jueves, el equipo de gobierno junto a todos los grupos municipales, excepto el PP, lleva al pleno una propuesta de resolución exponiendo el compromiso del Ayuntamiento con el mantenimiento de los puestos de trabajo del personal afecto al servicio.
Mina defiende su continuidad
Mina también ha querido terciar en el debate, justo cuando sus trabajadores sondean a los políticos sobre su futuro profesional.
La compañía Aigües de Terrassa ha hecho público un comunicado en el que advierte de "las incertidumbres" laborales que, a su juicio, comportaría la municipalización del servicio y, en consecuencia, la subrogación de la plantilla de Mina. Siempre en el caso, puntualiza, "de que el Ayuntamiento pueda tener la facultad de incrementar la plantilla propia o a través de sociedades municipales", en alusión al veto que el Estado impone actualmente a los municipios,
Si pierde la concesión, Mina advierte que la segregación del personal vinculado al abastecimiento de Terrassa "puede suponer un sobrecoste en el servicio para los terrassenses y para el resto de clientes de otros municipios, por la evidente pérdida de sinergias".
La concesionaria defiende que sus trabajadores tienen garantizado el empleo y las condiciones laborales si siguen vinculados a Mina y defiende una vez más las propuestas de gestión que remitió al Ayuntamiento en julio y octubre.
En ellas, propone una renovación directa de la concesión o bien una sociedad mixta participada por Aigües de Terrassa y el Ayuntamiento, sin concurso previo.
Ambos escenarios, sostiene, "permitirían el mantenimiento de los puestos de trabajo y de las condiciones laborales, salariales y sociales de las personas vinculadas con relación laboral a la compañía y destinadas a la prestación del servicio del agua de Terrassa". Para ello, eso sí, "deberían mantenerse las actuales economías de escala con el servicio que presta a otros municipios", precisa Aigües de Terrassa.